El partido ante el Valencia dejó la primera victoria en la Liga de la temporada que sirvió para despejar dudas, pero sobre todo, dejó las buenas sensaciones de Matilla y Salva Sevilla.
El fútbol es un mundo demasiado complejo, capaz de hacerte tocar el Cielo y una jornada más tarde mandarte al infierno, y viceversa, Así es este caprichoso mundo de la pelotita donde esta circunferencia de cuero es la que decide los destinos de unos y otros. Y ella, es la que ha querido que dos futbolistas que en principio tenían billete de salida se hayan convertido en gratas sorpresas de este arranque liguero. Salva Sevilla y Matilla, Matilla y Salva Sevilla, tanto monta, monta tanto. Ante el Valencia ambos, juntos pero no revueltos, dieron una lección de como llevar las manijas de un equipo. Mandando, cuidando a¡hasta el más mínimo detalle, buscando la pelota, pidiéndola siempre, mostrándose a los compañeros y poniéndole las cosas muy complicadas a Pepe Mel para jornadas venideras. ¿Quién se atreve a sacar del equipo inicial en el próximo partido de Liga a esta pareja de centrocampistas que se complementan a la perfección? Pues ya ven, en el fútbol, como en la vida, a veces las segundas oportunidades salen bien. Lo visto en el Benito Villamarín es un ejemplo de ello, el premio al trabajo serio, humilde, al esfuerzo constante, y a la lucha y posterior rebelión a una negativa. Matilla tuvo que emigrar al Murcia a Segunda división ante la falta de oportunidades y no aprovechar las que hubo. Busco esa salida como única opción a intentar hacerse con un puesto en el futuro Betis, y pese a que fueron muchos los que le volvieron a colocar el cartel de salida, su presencia en la pretemporada fue muy destacada hasta el punto de convencer a Mel para hacerse con un puesto en la actual plantila, siendo ese jugador que le enamoró en el Villarreal.
El verdadero Matilla, su mejor versión ha regresado y vaya si la está aprovechando. El caso de Salva Sevilla es parecido aunque por paralelismo, ya que en el caso del almeriense pese a las muchas ofertas recibidas, nunca llegó a fructificar su salida a pesar de que hubo opciones de hacerlo tanto a España como al extranjero. Novias no le faltaron. Pero él tenía claro que se quería quedar y si tenía que salir nunca como cedido. Sabía que tenía sus opciones y que sólo la competencia le impedía la continuidad deseada. Ante el Valencia volvió a tomar el mando, a llevar las riendas de este Betis que va a más y su actuación no fue de diez, sino de matrícula de honor. Salva Sevilla además se destapó otra vez con un doblete goleador y con una actuación estelar junto a Matilla, siendo el eje, motor y timón de este Betis que ya sabe ganar en Liga. Matilla y Salva Sevilla fueron vitales en la victoria y especialmente en el buen juego de los verdiblancos, que cuajaron el mejor primer periodo de los últimos años. Con un fútbol trepidante, rápido, veloz, bien trenzado. Paradojas del fútbol, dos futbolistas a los que muchos ponían con pie y medio fuera del Betis en la pasada pretemporada, sin ahora el motor de un equipo que ante el Olimpique de Lyon tendrá que cambiar de forma obligada la medular al no estar inscrito Matilla y regresar tras su lesión Verdú. Twitter: @tara11ara
