La transformación del Real Betis le está costando cara, de luchar por la Champions y terminar entrando en Europa, a ser colista y comenzar a preocuparse con el descenso a Segunda división.
Han transcurrido catorce jornadas y el Real Betis sigue sin arrancar. Alternando partidos con destacados ‘flashes’ en momentos puntuales, con otros donde la irregularidad y especialmente la falta de puntería se convierten en tu compañero de viaje hasta tal punto que el que ha sido los dos últimos años equipo sensación por su buen fútbol y resultados ha cambiado. Cambio abismal, pasando de Doctor Jeckyll a Míster Hyde, de deslumbrar y luchar por la Champions, clasificándose finalmente para la Europa League, a verse sumido en una profunda crisis deportiva que le está llevando a un callejón sin salida y del que debe salir a la voz de ¡ya! antes de que las jornadas se vayan consumiendo y sea demasiado tarde para decirle adiós al fantasma del descenso. Es la primera vez que Pepe Mel se ve en esta delicada y complicada situación, totalmente nueva para su Betis que desde el ascenso en Segunda no ha hecho más que vivir momentos dulces en la máxima categoría de nuestro fútbol. Con algún que otro contratiempo, pero con muchísimas más luces que sombras.
Ahora llega el momento de la verdad, una situación desconocida para este nuevo Betis que está resurgiendo en lo económico, poco a poco y paso a paso, pero que está sufriendo y hundiéndose en lo deportivo. Colista de Primera división y sin síntomas de mejora que sin duda es lo que más preocupa a Pepe Mel y los suyos. La goleada sufrida en el derbi puede surtir un doble efecto. De un lado terminar de tocar o hundir la moral de los verdiblancos, y de otro, el mismo que hizo el pasado año: tocar el orgullo de los de Mel y resurgir de sus cenizas como pasara el pasado año, hasta tal punto que el Betis tras la manita de la temporada pasada fue encontrándose a sí mismo hasta lograr ser equipo europeo. Llega el momento de que el Doctor Jeckyll vuelva a mostrar su mejor cara, esa que le valió para ganarse el respeto y admiración, no sólo de su propia afición sino también de alguna rival. Eso sí, el cambio debe ser inminente ya que no hay tiempo que perder para un Betis sumido en una profunda crisis deportiva, con lesionados, escaso banquillo y unos recursos limitados para que Jeckyll deje de ser Mr. Hyde. Twitter: @tara11ara
