No hay margen de error, y menos aún ante el Lleida, rival de menor categoría y que además llega en desventaja al Benito Villamarín tras el resultado del partido de ida donde los bélicos vencieron 1-2.
Con la mente puesta en la Liga, que al fin y al cabo es lo que importa y además la situación apremia, pero sin dejar de lado este partido de vuelta de la Copa del Rey donde los verdiblancos no pueden perdonar ni fallar ya que caer en esta eliminatoria y ante un equipo de menor categoría sería la puntilla para los bélicos y algo que no perdonaría una afición fiel que demasiado lleva tragando ya desde principios de temporada. En la ida el Betis no terminó de sentenciar pero eso sí, logró un resultado bueno para afrontar con garantías el choque de esta noche ya que marcó dos goles y encima ganó, y eso obliga mucho a los ilerdenses, que deben hacer la machada en el Benito Villamarín si quiere seguir respirando buena salud en la competición copera.
Juan Carlos Garrido recupera para este choque a Guillermo Sara que ya tiene el alga médica tras las molestias sufridas la pasada jornada y que le impidieron estar frente a la Real Sociedad. Lo que ocurra en el terreno de juego marcará mucho el futuro de este Betis ya que caer puede ser la puntilla. Pero de momento eso no pasa por la cabeza de nadie y menos tras el resultado de la ida. El Betis está falto de victorias y aunque la Copa no es la prioridad, el Betis quiere regalar una victoria a su afición para endulzarle un poco esta época de vacas flacas y de paso cargar pilas ante el próximo e importante partido de Liga. La derrota ante el equipo donostiarra, goleada incluida aún duele y por ello está obligado a no fallar en casa porque la sombra de Segunda está muy cerca y además… es alargada. Twitter: @tara11ara
