Cosas más raras se han visto en este mundo del fútbol, pero sin duda resulta cuanto menos curioso que el club haya dado a Garrido el ‘poder’ que en su momento no concedió a Pepe Mel.
El ‘feeling’ entre Vlada Stosic y Pepe Mel era más bien escaso, eso es algo que no pasó inadvertido a nadie cuando ambos tuvieron que entenderse por lo relacionado de sus cargos, de hecho, públicamente ya mostraron su disparidad de criterio y opinión en el capítulo de los fichajes, hasta tal punto que el técnico llegó a sentenciar que uno fichaba y él entrenaba. Blanco y en botella… pues ya saben, que más claro, agua. Lo cierto es que Pepe Mel fue el artífice del milagro verdiblanco pero pese a ello, parece que nunca le concedieron el beneplácito o el ‘capricho’ de poder opinar en los fichajes. Los meses pasaban y jugadores que llegaban al club de fuera no tenían ese protagonismo que se suponía a su llegada.
Mel tenía claro que si lo que llegaba no era mejor que lo que tenía no los pondría y para colmo, el tiempo y los resultados le daban la razón a Mel ya que el equipo respondía en la mayoría de los casos con gente marca de la casa o lo que es lo mismo, canteranos. El entrenador sacaba petróleo de donde no lo había, pero pese a ello no recibía el premio de poder fichar, de mojarse en esos jugadores que quería o por los que tenía predilección. Pero ahora, curiosamente, y tras la salida de Stosic, lo que no le daban al que le dio todo al club (ascenso a Primera, clasificación europea y estabilidad) se lo han concedido a un recién llegado, o lo que es lo mismo, Juan Carlos Garrido y su segundo. Evidentemente, quien la lleva la entiende, pero choca cuanto menos especialmente teniendo en cuenta que Garrido nunca fue el primero de la lista del Consejo verdiblanco. Twitter: @tara11ara