Lo ha hecho todo en el Real Betis pero le faltaba ganar al gran rival en su feudo, y el pasado sábado, el portuense se quitó la espinita que aún tenía. Ganó al Sevilla en su feudo y goleando.
El Real Betis dio la campanada en el estadio del Sevilla FC pero además lo hizo como más duele, con una goleada histórica ya que era la primera vez que los verdiblancos hacían cinco goles en terreno del gran rival futbolístico de los del Benito Villamarín. Y entre todos, destacaba un futbolista, líder y representativo máximo de lo que es ese sentimiento tan grande llamado Real Betis. Los derbi se le daban bien, no sólo no había ganado allí sino que el recuento no había sido nada positivo para el del Puerto de Santa María. Un bagaje de cuatro empates y cinco derrotas, por ninguna victoria le escocían demasiado al capitán bético. Pero el pasado sábado todo cambió, llegó el momento de cambiar la historia y vaya de que forma. Tomó los galones de capitán, concienció a sus compañeros, a los que lo desconocían, lo que es un Sevilla-Real Betis, un derbi sevillano que siempre duele y que se vive durante todo el año. Habló en el autobús, les explicó el sentimiento, hizo lo propio antes del partido y posteriormente en el vestuario cuando acababa de empatar el Sevilla a dos en el tiempo añadido.
Habló con sus compañeros y les dijo: «Esto no se nos puede escapar, Nos han empatado dos veces pero les hemos demostrado que somos mejores, que estamos en mejor momento y que vamos a ganar». Y añadió: «Si les marcamos al comienzo del segundo tiempo el partido es nuestro». Y así fue, pese al empate a dos en las postrimerías de la primera parte, el Betis reaccionó y demostró en la segunda mitad que era justo ganador. Por ello, se enfadó cuando fue sustituido porque quería vivirlo dentro, donde le gusta, en la cancha y ante el eterno rival. El pitido final fue una explosión de júbilo de los béticos en terreno sevillista. Joaquín salió corriendo desde el banquillo donde se quedó viviendo la parte final del choque para celebrar con sus compañeros la gran fiesta del Real Betis. Y tras el partido llegó la fiesta en el vestuario, y como si del mismísimo Raphael se tratara, Joaquín disfrutó de su gran noche. El día más feliz de Joaquín. Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana
