Espectacular comienzo, pésimo final

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Real Betis

Tagged: , , , , ,

Mereció más el Betis que esta severa derrota que le infringió el Real Madrid. Su buen primer tiempo fue tirado a la borda por un despiste en el inicio del segundo y varios errores en la zaga.

REAL MADRID (4): Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Cristiano Ronaldo (Altintop, 77), Kaká (Di María, 59), Özil (Coentrao, 74); e Higuaín.

REAL BETIS (1): Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat (Momo, 77), Salva Sevilla (Santa Cruz, 62); Vadillo (Sergio, 21), Rubén Castro y Jorge Molina.

Goles: 1-0: Min. 46, Higuaín, a placer. 2-0: Min. 58, Kaká, con gran calidad. 2-1: Min. 68, Jorge Molina, tras un rechace. 3-1: Min. 69, Higuaín, de perfecta vaselina. 4-1: Min. 73, Higuaín, tras regatear a Casto.

Árbitro: Carlos Delgado Ferreiro, vasco. Amonestó al local Pepe y por parte del Betis a Salva Sevilla, Beñat y Momo.

NUMBER 1 del partido: Álvaro Vadillo.

Llegaba el Betis al Santiago Bernabéu después de haberse ganado el respeto de media Liga, tras su buen inicio goleador, y junto a esto, las palabras de José Mourinho destacando el juego del Betis y la valentía de Pepe Mel. Y por lo visto en la primera mitad, todos estos halagos eran más que justificados. El Betis salió fiel a su estilo: buscando el buen trato del balón, tocando la pelota, marcando los tiempos y demostrando arriba que quien la sigue la consigue.

Así se hizo el dueño del partido en los primeros quince minutos, demostrando a todo un Real Madrid que si quería ganar el partido tendría que hacer mucho más. No se asustó, ni por el escenario ni por el rival, y a pesar de que la mayoría recibía su ‘bautismo’ en el Santiago Bernabéu. El Betis jugaba y gustaba, demostrando que las palabras de Pepe Mel en la víspera no eran ninguna machada sino una declaración de intenciones sobre lo que su equipo expondría en el coliseum blanco.

Vadillo, ese niño del que tomen nota, se hablará mucho y bueno en los próximos años, demostró que lo suyo no es casualidad. Jugó en el Bernabéu como si lo hiciera en el patio del colegio: con descaro, con esa raza de jugador bueno, con la clase reservada para los genios y avisando a Sergio Ramos el nombre de su camiseta en más de una ocasión. El Betis le había tomado la medida al partido, la cosa pintaba bien. No sólo se controlaban las embestidas madridistas sino que encima mostraban los dientes para avisar que los de verde y blanco también mordían.

Pero una fea y dura entrada de Sergio Ramos sobre Vadillo, cortaba de raíz lo mejor de este Betis. Ese fútbol de chispa. El conjunto de Pepe Mel lo acusó en demasía, a pesar de que supo

aguantar el tirón hasta el término de la primera mitad. Fue entonces cuando cambió la historia de este partido, cuando el Madrid marcó un antes y un después. Y eso que Mel que insistió a los suyos de la importancia de mantener la máxima concentración en el comienzo y final de cada periodo. Nada más iniciarse la segunda mitad, en el primer minuto, Higuaín marcaba a placer tras culminar una jugada de Cristiano Ronaldo que mostraba su forlaleza física en la banda. Poco después, el segundo, uno de esos goles que te matan. Nueva jugada bien trenzada de los blancos para que Kaká haga cátedra mostrando como se golpea el balón con el empeine interior en busca de ese sitio donde sólo saben llegar los dioses del olimpo futbolístico.

El Madrid sentenciaba y dejaba al Betis tocado pero no hundido, eso llegarían un rato más tarde. En este instante, Pepe Mel mostró su descaro, su valentía: «Me da igual perder por dos que por cuatro, tengo que morir matando». Esa filosofía que tanto está gustando en este Betis. Quitó a un centrocampista, Salva Sevilla, para dar entrada a otro estilete ofensivo, el paraguayo Santa Cruz. Y su descaro y valentía tuvo premio. Jorge Molina recortaba distancias y volvía a meter al Betis en el partido.

Quedaba tiempo para buscar la machada. Pero este Madrid es mucho Madrid. Había que cortar cualquier brote de euforia como diría el maestro Álvaro Gómez al capote. Nada más sacar del centro del campo tras el gol encajado, el equipo de José Mourinho enseñaba quien mandaba y porqué. Jugada rápida, Higuaín vuelve a ganar la espalda con excesiva facilidad a Dorado y llegaba el tercero con el que las ilusiones béticas volvían a tornarse en cruda realidad.

El guión ya estaba escrito, tan sólo faltaba ver donde se ponía el punto y final. Otra vez Higuaín marcaba, convirtiéndose con su ‘hat-trick’ en el gran protagonista del choque por encima del vanagloriado Cristiano Ronaldo que ante el Betis disputaba su partido 100 como jugador madridista. El Betis recibía un excesivo castigo, con una derrota abultada que aunque justa, no era merecedor de tan duro castigo después del buen primer tiempo completado en el Santiago Bernabéu.

El Betis acusó demasiado la baja por lesión de Vadillo por una dura entrada de Sergio Ramos que no fue considerada ni de tarjeta por parte del colegiado. Tercera derrota consecutiva de los verdiblancos que no debe ni mucho menos levantar la voz de alarma o crisis en un conjunto que sigue bien posicionado en la tabla clasificatoria gracias a la renta de las primeras jornadas de Liga y con mucho que decir aún en la Liga.