El pasado 4 de febrero se cumplieron los primeros cuatro años de Ángel Haro al frente del Real Betis y con una brillante gestión económica así como algún que otro altibajo en lo deportivo.
Cuatro años de gestión, cuatro años de alegrías y decepciones, cuatro años de duro trabajo donde la pelota es la que siempre manda, ya que si entra todo es distinto. Cuatro años se cumplieron, el pasado 4 de febrero, de la entrada en la presidencia de Ángel Haro. Un total de 1460 días de cambios, de duro trabajo para quitar la herencia dejada por la alargada sombra de ‘Don Manué’ y que parecía o tener fin. Nuevos tiempos para el beticismo que por otra parte ya tocaba.
Una llegada a la presidencia producida tras la dimisión de Juan Carlos Ollero y la necesidad de que alguien diera un paso al frente. Cuatro años donde hubo decepciones y alegrías como es lógico en tantos días y donde lo más destacable fue sin duda el crecimiento en la parcela económica que han dado los nuevos rectores al Real Betis Balompié algo que aunque no ocupe portadas de informativos si que tiene un valor muy importante.
Haro y su equipo, en el que juega un papel vital José Miguel López Catalán, consiguieron el más difícil todavía, pasar de un presupuesto de 46 millones de euros en la Temporada 2015/2016, a otro de más de 200 millones de euros de la 2019/2020 tras confirmarse oficialmente el traspaso de Lo Celso al Tottenham. Un crecimiento económico abismal y que desgraciadamente no ha ido de la mano en algo tan importante para el aficionado como lo deportivo.
El club suma cinco Temporadas consecutivas en Primera división tras el último ascenso, pero con muchas luces y sombras.La primera campaña el equipo finalizó en décima posición en un año en el que Juan Merino cogió el equipo de Pepe Mel. Décimo quinto en la 2017 comenzando con Poyet y siguiendo con Víctor Sánchez del Amo y Alexis como inquilinos del banquillo. Tocaba hacer cambios y eso es lo que hizo el tándem Haro-Catalán contratando a Quique Setién como entrenador y con Serra como gran salvador para la cúpula al llegar cuando más se tambaleaban sus puestos.
Con el cántabro en el banquillo se firmó la mejor campaña de estos cuatro años de Ángel Haro al frente del club, sexto clasificado y en UEFA Europa League estando incluso a punto, de haber logrado entrar en Champions. Finalmente, nuevo tropiezo en el último año de Serra y Setién, mediocre décima posición en un año en el que se esperaba mucho del equipo cuyo único bagaje positivo fue en la Copa del Rey donde llegó a ser semifinalista y rozando incluso la gran final que se jugaría en su estadio.
Después de esto, Serra Ferrer y Quique Setién salieron del club por discrepancias con esa cúpula que logró sus mejores resultados deportivos con ellos. Se había perdido el feeling y lo más fácil era cortar por el lado más fácil. Ahora, cuatro años más tarde, el Real Betis de Ángel Haro ha crecido en lo económico pero no ha dado la talla donde más lo agradece la afición, en lo deportivo, y este sigue siendo sin duda su principal lugar en estos cuatro años de luces… y sombras.
Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: El Mundo
