Iriney ha mostrado una identificación total desde que se enfundó la camiseta del Real Betis, tanto cuando no jugaba, como cuando Mel le dio unos galones de capitán que ha defendido con orgullo.
Ha respondido siempre con las máximas garantías a la confianza de su técnico Pepe Mel. Dando la cara, ofreciendo lo mejor de su juego, y dando ese equilibrio necesario en cada equipo, y más en una zona tan importante como el centro del campo. Con su renovación aún en el aire y con ofertas para irse, Iriney se sincera con los compañeros de Canal Plus Suecia y no duda en mostrar la felicidad que le da jugar en el conjunto de Heliópolis. «Ser jugador del Betis es un regalo de Dios». A la hora de definir lo que significa ser del Betis muestra una peculiar opinión. “El Betis es el equipo de los currantes, de la gente humilde, de la gente simple, que se involucra, que se alegra. Juegue donde juegue: Inglaterra, Japón, Australia, Suecia… la afición bética está con nosotros. Y eso te anima para que las cosas vayan bien. La afición bética es una cosa especial. Son diferentes, especiales».
Y sobre la forma de trabajar en el equipo de Heliópolis declara: “Mantiene un bloque y ficha gente libre y joven de la cantera. Es mucha ilusión, que tiene en su mente, en su corazón. Todo eso hace que el club sea grande». A la hora de hablar sobre su gran valedor, Pepe Mel dice: “Tiene las cosas claras desde el año pasado. El Betis es un equipo atrevido que va a por los partidos, que presiona arriba. Quiere toque, movilidad, goles. Es lo que trabaja cada semana. Algunas veces falla, pero la mentalidad y la filosofía la tenemos”. Twitter: @tara11ara
