Necesitaba el Real Betis sumar, no le quedaba otra. La situación de emergencia en la que llegaba a la Rosaleda obligaba a ello; al final, nueva derrota, en este caso in extremis.
MÁLAGA: Willy; J. Gámez, S. Sánchez, Weligton, Antunes; Tissone, Darder; Fabrice (Anderson, m. 62), Portillo, Eliseu; y Roque Santa Cruz (Juanmi, m. 75). REAL BETIS: Andersen; Juanfran, Perquis (Caro, m. 55), Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres, Nono; Vadillo (Cedrick, m. 80), Verdú, Juan Carlos (Steinhöfer, m. 65); y Jorge Molina. GOLES: 1-0. Min. 13: Santa Cruz. 1-1. Min. 33: Verdú. 2-1. Min. 60: Eliseu. 2-2. Min. 62: Jordi Figueras. 3-2. Min. 93: Samuel. ÁRBITRO: Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró tarjeta amarilla a Juan Carlos, Nono, Antunes, Portillo. NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Vadillo. Llegaba el Real Betis en una situación de clara emergencia después de lo vivido en este comienzo de Liga donde se ha convertido por méritos propios en el peor visitante de Primera división, algo inusual en los verdiblancos al menos desde que se hizo cargo del equipo Pepe Mel. Acostumbrado a ser un gran equipo lejos del Villamarín el presente bético es muy distinto a ese pasado más reciente. Con numerosas bajas y con la imperiosa necesidad de ganar, así se presentaba en la Costa del Sol el equipo de Mel. Esas urgencias le dejaron una vez más, con una presión añadida que no viene nada bien en estos casos; al contrario. Así, como en choques anteriores, los béticos salían dormidos y lo pagaban nuevamente en la primera mitad.
En una mala primera mitad que curiosamente no se saldaba de la peor forma, ya que pese al tanto del ex bético Roque Santa Cruz los verdiblancos neutralizaban la renta malacitana, con una reacción que llegaba en el momento preciso de la mano de un futbolista que no ha brillado nada en este arranque de la competición, el centrocampista Verdú. Se llegaba al descanso con una mala primera mitad y las dudas de las últimas semanas. Tras el descanso todo cambió ya que ella Betis sacó su mejor versión, dispuso de ocasiones, y pese a verse nuevamente por detrás en el marcador supo resarcirse para poner nuevamente en aprietos a los de Bernd Schuster. Era otro Betis y su juego así lo confirmaba algo que cuanto menos invitaba al optimismo de cara al futuro. El equipo supo levantarse y sólo le faltó en esta segunda mitad un poco de finura arriba. El Betis era superior pero viviendo las injusticias del fútbol sufrió y vivió su cara más amarga, al ver como en el tiempo de prolongación, y cuando el empate a dos parecía definitivo, llegaba la puntilla costasoleña. El Betis caía, con el noventa ya cumplido y siendo superior a su rival en esta segunda parte. Es lo que tiene vivir en la cuerda floja, el estar en situación comprometida en los puestos de descenso, ya que como reza el refranero español, a perro flaco todo se le vuelven pulgas. Y el equipo verdiblanco lo pagó y sufrió en primera persona. Un empate que parecía claro y que se esfumó en el último suspiro, y la preocupación de la lesión de Perquis, que llegó consciente al hospital donde fue trasladado. El Betis sigue en puestos de descenso y la situación de complica cada vez más, toda vez que las jornadas siguen pasando. Y la semana que viene, le espera el Barça en el Benito Villamarín. Twitter: @tara11ara