Mano a mano…

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Real Betis

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Si alguien tenía dudas sobre si el fútbol entiende de justicia sólo tiene que repasar el partido entre Betis y Madrid, donde los de Mourinho lograron la victoria en un gran espectáculo futbolístico.

REAL BETIS: Fabricio; Nelson, Dorado, Paulao, Nacho; Beñat, Iriney (Cañas, m.77), Salva Sevilla (Santa Cruz, m.73); Jefferson Montero, Jorge Molina (Pozuelo, m.65) y Rubén Castro.

REAL MADRID: Iker Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Özil (Benzemá, m.88), Kaká (Granero, m.75); Cristiano Ronaldo e Higuaín (Callejón, m.78).

GOLES: 1-0. Min.10: Jorge Molina. 1-1. Min. 25. Higuaín. 1-2. Min. 52. Cristiano Ronaldo. 2-2. Min. 54.Jefferson Montero. 2-3. M.73. Cristiano Ronaldo.

ÁRBITRO: Eduardo Iturralde González (Comité Vasco). Amonestó a los visitantes Kaká (m.36), Higuaín (m.37) y Arbeloa (m.92) y al local Iriney (m.35).

NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Pepe Mel.

Llevan toda la Liga quejándose de los arbitrajes. Curioso ¿verdad? Barcelona y Real Madrid hablando de los árbitros, algo antiguamente reservado a equipos de otra Liga… Pero parece que los tiempos cambian hasta para eso ¿no creen? El Madrid se llevó los tres puntos del Benito Villamarín y lo hace precisamente a dos cosas y tanto una como otra evidentes. La primera, marcar un gol más que su rival, que al fin y al cabo es lo que cuenta en este mundo del fútbol; y la segunda, al arbitraje del sustituto del lesionado Iturralde González.

Un técnico joven que colaboró al gran espectáculo que se vio en el césped del Benito Villamarín al dejar jugar antes de pitar pero que se dejó ir en momentos importantes del choque, al dejar de señalar un penalti de libro en el último minuto del partido. Un penalti doble, primero por manos de Marcelo, aunque bien es cierto, que éste echó el brazo hacia atrás para evitar que el balón goleara en su brazo, y posteriormente por manos de Sergio Ramos tras rebotar el balón en su muslo.

Y es que el partido loco, como lo calificó el propio Mourinho estuvo abierto en todo momento y tanto Betis como Madrid se hicieron merecedores del triunfo. El Betis fue fiel a su estilo de toda la Liga, valiente, descarado, ofensivo, sin importarle el rival que tiene enfrente. Y ante el Madrid demostró una vez más que es ante los equipos grandes ante los que mejor fútbol hace.

En la previa advirtió Mel que el fútbol del Real Madrid no era el del Barça y por tanto no podría ser la lectura la misma que ante los azulgrana, pero pese a todo también dejaba claro que no se conformaba con un empate a 24 horas del choque. A buen seguro que durante la disputa del encuentro, y ahora, en las horas posteriores al partido tampoco lo hará porque el Betis hizo méritos más que suficientes, no ya para empatar sino incluso para ganar.

El partido entre Real Betis y Real Madrid fue una oda al fútbol, un grito de libertad, un mensaje a esos equipos que sólo piensan en encerrarse y practicar el ‘anti fútbol’, ese que deja las gradas vacías, y los campos faltos de espectáculo. En el Benito Villamarín hubo fútbol, espectáculo, emoción, buenas sensaciones, goles… y para que no faltara de nada hubo hasta polémica.

Esa de la que tanto vienen hablando los dos grandes de nuestra Liga y que anoche le jugó una mala pasada al Betis, al débil. Betis y Madrid ofrecieron un bello espectáculo al mundo del fútbol, a los que se dieron cita en el Benito Villamarín y a los que lo presenciaron a través de la pequeña pantalla ya fuera desde su casa o en la barra de un bar. Uno de esos encuentros

que habría que guardar para ponerlo cuando alguien  os hable de fútbol espectáculo.

El Betis fue fiel a su estilo, puso en aprietos al líder destacado y ofreció ese fútbol que le ha valido ganarse el respeto de nuestra Liga pese a ser un recién ascendido. A los diez minutos avisaba que no era un convidado de piedra al partido y que si estaba allí era para ganar. Un perfecto control orientado de Rubén Castro sirve para que el canario deje un perfecto servicio a Jorge Molina que de potente chut bate a Iker Casillas y pone por delante al Betis.

No hubo tiempo apenas de disfrutar el gol ya que un cuarto de hora más tarde, Higuaín se marchaba en velocidad para batir a Fabricio ajustado al palo y colocando la igualada en el marcador. Era un partido de toma y daca, valiente por ambas partes, descarado, loco incluso, como calificó el propio José Mourinho. Con el empate a un gol se llegaba al descanso.

Tras el mismo, la misma tónica, a pesar de que el técnico madridista había pedido a los suyos matar el encuentro y no seguir el ritmo alto que había fijado el equipo verdiblanco. No le hicieron mucho caso los suyos que se contagiaron de esa alegría de los de Mel, de esa apuesta al fútbol de ataque, regalando a los aficionados un choque de esos que merece la pena guardar en las retinas.

El Betis lo seguía intentando pero sin verse favorecido en ningún momento por las decisiones arbitrales. El Madrid volvía a adelantarse en el marcador por medio de Cristiano Ronaldo marcó en el primer balón claro que tuvo, consiguiendo de esa forma, marcar al único conjunto que le faltaba por marcarle en Primera división. Por contra, el Betis veía como el colegiado dejaba de señalar un claro penalti por mano de Xabi Alonso que no señaló el colegiado.

Pese a todo, el Betis había puesto las tablas en el marcador gracias al arrojo de Jefferson Montero, a su valentía a la hora de meter la pierna e ir a por todas y golpear con el corazón de los cincuenta mil aficionados que llenaba el Benito Villamarín para poner el empate y la justicia al electrónico. Pero ya se sabe que el fútbol no entiende de justicia.

Cuando más y mejor empujaba el Betis, llegaba el jarro de agua fría, el tercer gol del Madrid que dejaba rotas las ilusiones, que no las esperanzas. Porque el Betis lo siguió intentando hasta el final y por ello se hizo merecedor en el peor de los casos, de un empate que habría servido para premiar el esfuerzo de unos y otros y esa apuesta por el fútbol de ataque, por la lucha constante en busca de la victoria.

Cuando todo parecía visto para sentencia, llegaba una  nueva polémica, por una doble mano que frenaba lo que parecía una evidencia, un nuevo gol verdiblanco. El disparo bético rebotaba primero en la mano de Marcelo, posteriormente en el muslo de Sergio Ramos, y cuando parecía que emprendería el camino hacia la puerta de Casillas, lo impidió la mano del de Camas. Así morían las esperanzas de un Betis que mereció mayor premio al esfuerzo y al partido que nos regalaron. La imagen ofrecida por el Betis invita al optimismo mientras que el Madrid es más líder aún y lleva camino de llevarse la Liga. No ganó el Betis, tampoco lo hizo el Real Madrid. Ganó el fútbol.

Twitter: @tara11ara