Un derbi es un partido diferente, otra historia que nada tiene que ver con cualquier otro partido del año, de ahí que Mel esté insistiendo a los suyos para inculcarles lo que significa ganar en Nervión.
Un derbi es un partido distinto, y si dentro de ese derbi hablamos de un derbi sevillano ya son palabras mayores. Porque un partido de máxima rivalidad entre Sevilla y Betis o viceversa es una historia totalmente distinta, está por encima de cualquier partido de máxima rivalidad por mucho que haya quien hable de un Madrid-Barcelona. Porque en un derbi sevillano hay muchas más cosas en juego, mucho más en el aire, en el ambiente, en todo lo que rodea a una ciudad bipolar donde o eres del Betis o eres del Sevilla, no hay punto intermedio. Es el partido del año y tras la estancia de los béticos en Segunda y el retorno este año a la máxima categoría, hay más ganas de derbi que nunca. Además el vecino no llega en su mejor momento, no es aquel rival de otras tardes y encima este Betis gusta y llega fuerte al derbi. Con el accidente de Valencia de por medio pero con las otras siete jornadas restantes sin conocer la derrota y además con hambre y sed de triunfo en Nervión después de lo que ha esperado el beticismo este partido.
Tan ansiado como deseado tanto en Heliópolis como en Nervión. Mel, hombre que sabe bien la idiosincracia de una ciudad como la capital hispalense, ha insistido en los suyos en esa mentalidad que tienen que tener para ese partido. De hecho, el domingo, en pleno partido frente al Atlético de Madrid, y tras un primer tiempo lamentable, Pepe Mel le leyó la cartilla a los suyos. Toque de atención ante el partido, como así lo considera Mel tras lograr la permanencia, más importante del año. Él sabe como respira la ciudad y las ganas que hay de derbi. Además, tras el empate de la primera vuelta, será este derbi del día 2 de mayo el que pondrá la hegemonía de la ciudad, independientemente de lo que luego haga cada uno en su Liga particular. Twitter: @tara11ara
