Este Betis enamora. Con lagunas defensivas aún por pulir y que le complicaron el partido en exceso pero con la filosofía clara de salir siempre a ganar. Ese es el discurso de Pepe Mel y que le ha servido para tras cuatro jornadas ser líder y el único equipo que lo ha ganado todo.
Real Betis: Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Beñat, Iriney; Pereira (Goitia, m. 70), S. Sevilla (Juanma, m. 46), Jefferson (Sergio, m. 60); Santa Cruz.. Desde la temporada 1963/1964 no ganaba el Betis cuatro partidos consecutivos en el comienzo de Liga con el mítico y recordado Domingo Balmanya en el banquillo verdiblanco. Pepe Mel sigue haciendo historia y tras alcanzar esa cifra de cuatro jornadas invicto puede presumir también de ser el único equipo que tras ascender de Segunda se coloca en la cuarta jornada como líder en solitario. Ayer ante el Real Zaragoza, el Betis volvió a tomar la iniciativa, a mandar, a enseñar que es mucho más que un invitado de piedra en esta Liga de estrellas, galácticos y demás. Ni la ausencia del lesionado Rubén Castro, ni la expulsión de Mario, ni la de anoche de Casto, ni los contratiempos de la pretemporada, lesión de Fabricio incluida, han mermado el potencial de este equipo, de este Betis ilusionado, de este grupo remando siempre en la misma dirección consciente que ese es el camino para recuperar el tiempo perdido: esos dos años en el infierno purgando los pecados del pasado.
Real Zaragoza: Roberto; Roberto; Juárez, Mateos, Da Silva, Abraham; Micael (Zuculini, m. 64), Ponzio; Lafita, Luis García, Barrera (Juan Carlos, m. 46); Helder Postiga..
Goles: 1-0, m. 7: Santa Cruz. 2-0, m. 12: Salva Sevilla, de penalti. 2-1, m. 35: Abraham. 3-1, m. 47: Beñat, de penalti. 4-1, m. 49: Santa Cruz. 4-2, m. 76: J. Carlos. 4-3, m. 79: J. Carlos.
Árbitro: Mateo Lahoz. Bien, Mostró tarjetas amarillas a Da Silva y Zuculini, y cartulina roja a Casto (69′).
El Number 1 del parido fue Roque Santa Cruz.
Da igual los presupuestos abismales de sus rivales, las dificultades para fichar… Cuando las cosas se hacen bien el premio se recoge.
Una afición entregada a su equipo, volcada con un sueño y con la alegría de haber recuperado esa ilusión y ese manque pierda de toda la vida. Aprovechó su ocasión y metió el miedo en el cuerpo a este ‘Pleno Betis’ que veía peligrar ese liderato que ostentaba en ese instante. Fue entonces cuando surgió nuevamente la magia, la chispa, la conexión palpable entre equipo y afición. El Betis sufrió al final, terminó pidiendo la hora y se acuesta esta noche como líder pese a quien ese. Gracias a su fútbol valiente, a su descaro, a esas ganas de soñar, a esa sed de triunfo. El Betis hace pleno, cuatro victorias en cuatro partidos. Y se va a la cama como líder, algo que no ocurría desde la jornada 7 de la temporada 2001/2002. Ha transcurrido diez años para volver a ver al Betis en lo más alto. Se lo merece. ¡Que lo disfruten!
Pero ¿qué son de las alegrías sin esos momentos de sufrimiento para valorar el dulce sabor de la victoria? Pues de esos también hubo en el Benito Villamarín. El Betis encarriló pronto el encuentro, se puso dos a cero gracias a un golazo de Santa Cruz y un penalti cometido sobre Jonathan Pereira que se encargó de transformar Salva Sevilla. El Zaragoza mantenía el tipo pese al duro revés sufrido, posicionado, ordenado y esperando la ocasión para meterse nuevamente en el partido. Y así fue.
Llegó la calma, o al menos eso se suponía tras dos nuevos goles, uno de ellos nuevamente desde el punto de penalti. Pero el equipo del mexicano Javier Aguirre no arrojó la toalla y mostró esa imagen característica de entrega constante. Avisó el técnico del equipo maño que a su equipo aún le faltaba para ofrecer su mejor versión, pero pese a esas carencias destacadas, el Zaragoza gustó, y mucho. Dio la cara y salvo dos lapsus puntuales que le costaron los cuatro goles fue un gran rival.
Fotos de NUMBER 1 Sport (Quico Pérez Ventana)