La llegada de Pellegrini fue sin duda una buena noticia para el beticismo al tratarse de un técnico sobradamente preparado y con uno de esos curriculum que cuanto menos invita al optimismo.
Ser y creer, así comenzaba el discurso a la plantilla del Real Betis en la previa al primer partido de LaLiga 20202/2021 en el mismísimo vestuario de Mendizorroza donde Manuel Pellegrini le dejaba claro a los suyos que el pasado era pasado y que comenzaba una nueva oportunidad para escribir el mejor presente y el más optimista futuro. Pensar en el potencial que tenéis, en que el fútbol no se olvida a pesar de que haya momentos en el que las cosas no salgan como deseamos. Soñar hasta el final, y no sólo por momentos…
Y así ha sido en los dos partidos de Liga que hasta ahora hemos podido ver al Real Betis. El equipo, de la mano de Manuel Pellegrini, ha recuperado esa chispa que le faltaba, la solidez defensiva, donde Claudio Bravo es vital, y las ganas de más, aparcando de una vez por todas el conformismo. El nuevo técnico verdiblanco, hombre experto donde los haya sabía de la necesidad de otra bien atrás al equipo porque ese se iba a convertir en el mejor ataque posible.
Dos partidos después y una pretemporada extraña por el COVID 19 han dejado un balance óptimo para los verdiblancos y así lo reconoce el propio Pellegrini. «Me da la sensación de que tenemos un equipo sólido después de los partidos de pretemporada y de los dos partidos oficiales que hemos jugado y que ha agarrado la mecánica de juego».
La clave está en el equilibrio entre líneas, algo que no existía anteriormente en Heliópolis. «La distancia entre líneas son las adecuadas de manera que podamos recuperar siempre el balón lo más lejos de la portería nuestra y sepamos mantener la posición y presionar cuando estemos cerca del área. Eso hace que a los equipos les cueste llegar. En el primer tiempo, el Valladolid, apenas alguna posibilidad».
Falta afinar más arriba, hasta ahora el único pero que se le podría poner al equipo aunque sin olvida que suma los dos encuentros disputados con victorias. «Nos está faltando algo más de precisión para finalizar las jugadas en el área contraria, pero creo que el equipo se encuentra cómodo y comprometido». Y además con el guión muy distinto en los dos partidos; ante el Alavés con un partido donde llegó más y mejor pero sin acertar ante la meta contraria, algo que no consiguió hasta el gol de Cristián Tello en el minuto 94 y ya con el partido en el último suspiro.
Y ante el Valladolid apuntalando pronto la victoria con dos goles antes del cuarto de hora de partido lo que invitaba a pensar que podía caer incluso una goleada. El dos a cero final dejaba muchas cosas buenas pero sobre todo la más importante, la solidez y el hecho de por dos partidos consecutivos, además de lograr la victoria, dejar la portería a cero, algo en lo que la defensa tiene mucho que decir, pero especialmente Claudio Bravo, que cono paradas increíbles hace que esto a día de hoy sea posible.
El chileno es la prolongación de Manuel Pellegrini en el terreno de juego además de haber tomado los galones de líder, algo que tanto demandaba este Real Betis, y que por fin tiene quién manda, quién ordena y quién da tranquilidad en los momentos más tensos. Algo que aunque haya podido sorprender a los más incrédulos, que achacaban su edad, no a la mayoría que sabía que Bravo era ese portero que el Betis necesitaba y que no había desde hace ya muchos años.
El Real Betis recupera sus señas de identidad y eso le ha llevado a lo más alto con un pleno, dos de dos, tres goles a favor y cero en contra.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Marca
