Nueva derrota del Real Betis, otra vez en su feudo, y en esta ocasión ante Osasuna que hace que el fantasma del descenso a Segunda división sea cada vez menos una posibilidad y más una realidad.
REAL BETIS: Andersen, Juanfran (Jordi Figueras, m.46), Amaya, Paulao, Nacho, Lolo Reyes, Nono, Salva Sevilla (Jorge Molina, m.46), Rubén Castro, Leo Baptistao (Chuli, m.75) y Vadillo. OSASUNA: Andrés Fernández, Damiá, Arribas, Loties, Marc Bertrán, Lolo, Silva, Cejudo (Oier, m.76), Roberto Torres, De las Cuevas (Acuña, m.58) y Oriol Riera (Riesgo, m.61). GOLES: 0-1. Min. Roberto Torres; 0-2. Min. 56: Jordi Figueras en propia puerta; 1-2. Min. m.79. Jorge Molina. ÁRBITRO: Teixeira Vitienes, cántabro. Expulsó por doble amarilla a Nono. Amarillas para De las Cuevas, Lolo Reyes, Jordi Figueras, Amaya, Acuña y Nacho. NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Su afición. Iba con ilusión al Benito Villamarín el Maestro de Salteras, Manuel Jesús El Cid, que como buen bélico sabe estar en los malos momentos, cuando el equipo más lo necesita. Ahí es cuando hay que empujar que ta estarán otros para homenajes y fiestas. Iba con ilusión y cargado de belicismo de futuro, del bueno, de esas nuevas generaciones que viene empujando fuerte. Con su familia y amigos de sus hijos, porque sabía que el Miura que tenía por delante su Betis podía embestir de forma mortal.
Y así fue, sin tiempo apenas para acomodarse en sus asientos, el bélico de a pie, ese que no para de animar pese a las cornadas que le está dando su equipo desde que se inició la temporada, veía como el Real Betis ya perdía al primer minuto de partido, sin tiempo apenas para entrar en calor, con las pulsaciones escasas de un enfermo que agoniza y que cifre viendo como la muerte llamada descenso llama a su puerta. Se esperaba la casta torera, la de ese Maestro capaz de sacar el capote o la muleta a pasear para ganar la suerte a su rival, ese Miura llamado Osasuna que ayer pisaba el coso heliopolitano con más fortuna, más ganas, y porqué no decirlo también muchas más ideas y estructuras de un Betis que agoniza a medida que van pasando las jornadas y se acerca su triste destino con una permanencia cada día más complicada. Pasan las jornadas y con ellas se marchan las ilusiones de unos béticos acostumbrados a sufrir y a no tirar nunca la toalla pero todo hay que decirlo, con lo poco que le ofrecen los suyos, demasiado hacen con acercarse a sufrir, sí a sufrir, porque el fútbol escasea, por el Benito Villamarín. Nueva final perdida, nuevo paso atrás de un Betis que recordando la célebre frase de don Manué: Estaba en la UCI y ahora… ¡está peor! RToca sufrir y soñar con un milagro poco probable visto lo visto. Twitter: @tara11ara