Real Betis -2- Espanyol -2-Se escapa el pleno verdiblanco en el minuto 97

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Real Betis

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El Real Betis quería completar su semana grande con una nueva victoria que sumar a las logradas ante Granada en Liga y Celtic en Europa League. Lo tuvo muy cerca, sólo le faltó matar el partido pero encajó en el 97.

Real Betis: Claudio Bravo, Bellerín, Álex Moreno, Víctor Ruiz (Edgar, minuto 6), Pezzella, Álex Moreno, Guido Rodríguez, William Carvalho (Guardado, minuto 69), Rodri (Camarasa, minuto 65), Fekir, Canales (Juanmi, minuto 65) y Willian José (Borja Iglesias, minuto 69).

RCD Espanyol: Diego López, Óscar Gil (Wu Lei, minuto 62), Sergi Gómez, Cabrera, Pedrosa, Darder, Morlanes (Bare, minuto 46), Melendo (Loren, minuto 46), Aleix Vidal (Melamed, minuto 81), Embarba y Raúl de Tomás (Dimata, minuto 91).

Goles: 0-1, minuto 16: Aleix Vidal. 1-1, minuto 40: Willian José. 2-1, minuto 45: Fekir. 2-2, minuto 97: Cabrera.

Árbitro: Soto Grado, riojano. Roja para Pezzella. Amarillas para Edgar, Morlanes, Pedrosa, Aleix Vidal, Guardado, Claudio Bravo, Fekir y Raúl de Tomás. 

Number 1 del Real Betis: William Carvalho.

¿Quién dijo aquello de que los partidos duran noventa minutos? Al Real Betis le habría venido de perlas para ver como el fútbol hacía justicia y sumaba tres nuevos puntos en lo que habría sido su semana grande, pero no pudo ser ya que en la prolongación, en el 97, el RCD Espanyol marcaba el gol de la igualada rompiendo de golpe las ilusiones béticas que ya se veían con tres puntos más en el casillero. Pero no pudo ser porque cuando el triunfo parecía un hecho, llegó el tanto rival en el 97.

No fue justo en esta ocasión el empate ya que el equipo de Manuel Pellegrini, un entrenador de altura, fue brillante a pesar de las ausencias, hizo un gran fútbol ante el Espanyol, remontó un partido que pronto se le puso adverso. Fue capaz de tocar la pelota, triangular, dominar y lo más importante, ser ambicioso de principio a fin para regalar a los suyos la semana grande, esa semana soñada con un pleno de tres victorias, dos en LaLiga y una en la UEFA Europa League. 

Las ocasiones verdiblancas se sucedían una y otra vez con un equipo arrollador de principio a fin, acosando la meta de Diego López, presionando constantemente a su rival de principio a fin, y sin que el temprano gol de Aleix Vidal cambiara su filosofía de juego. Todo invitaba a ser optimista y a ganar pero los béticos cometieron el mayor error que se puede cometer en este apasionante mundo del fútbol: no amarra el partido y lo pagó con crueldad.

Empató un partido que debió y mereció ganar por cinco o seis goles a uno, a pesar de jugar muchos minutos con un jugador menos por la expulsión de Pezzella, lo que hizo que el equipo periquito se viniera arriba y comenzara a creer que podía equilibrar la contienda. Pellegrini apostó por un 4-2-3-1 con Bellerín y Moreno como laterales, con Pezzella y Víctor Ruíz como centrales; Guido y William Carvalho en el centro del campo, quedando la parte artística para Rodri, Canales y Fekir y William José en su estreno como titular en las filas béticas.

Un dibujo táctico perfectamente estudiado que se truncó cuando apenas comenzado el partido cayó lesionado Víctor Ruíz, cayendo el único futbolista que lo había jugado todo con Pellegrini. Otro contratiempo al que se supo resarcir el equipo heliopolitano. Una versión del Real Betis que es la que todos los aficionados desean, un equipo con las ideas claras, ganador de principio a fin y buscando la victoria en todo momento.

Pero llegó ese momento fatídico, como en las películas de terror cuando menos se esperaba. En el 97 de partido, cuando el mismo estaba a punto de morir para cambiar de víctima, y tornar la alegría en decepción y la desesperación en optimismo. Un zurdazo del uruguayo Leandro Cabrera que fue desviado antes de llegara  la meta dejando el marcador en empate a dos goles, tan injusto como sorprendente.

Pitido final y momento en el que vinieron a la cabeza de los aficionados esa cantidad de ocasiones no aprovechadas, aquellos uys de la grada y esa falta de cabeza a la hora de afrontar los minutos finales del partido para así evitar ese inesperado final que rompió los sueños de la parroquia verdiblanca y con ello, completar la semana grande que pese al empate sigue siendo brillante para el Real Betis.

Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker

Foto: M