Tras el partido del Athletic se denota que faltan refuerzos atrás y, del mismo modo, sin Rubén Castro, hay que consolidar incorporaciones arriba.
La afición bética parece haber aprendido de la experiencia de una temporada anterior llena de altibajos. De la euforia de cuatro partidos consecutivos ganando a la debacle de los diez sin victoria, se observó que esta plantilla era tan irregular y descompensada como el propio campeonato de liga pasado. Sin embargo, partiendo de la base de que los fichajes restantes vendrán, San Mamés ya nos advirtió, a pesar de la victoria, de varios puntos:
– No sólo es la defensa la que cojea cuando el Betis repliega, sino un sistema defensivo deficiente, comandado por zagueros, en algunos casos ya de dudosa eficacia para la Primera División, y mediocampistas que ayudan poco en repliegues; no deja de ser curioso que Cañas partiera de suplente cuando es el único que puede desempeñar función de alivio. ¿Iriney? No fue la pasada su mejor temporada, pero quizá sí, se le eche un tanto de menos.
– El número de efectivos para afrontar esta temporada es el justo aunque, curiosamente, la plantilla está saturada. Quienes verdaderamente van a disfrutar de minutos en estos momentos no superan el número de catorce, y ojo, entremetiendo jugadores que ya en la campaña anterior ofrecieron dudas: la portería no parece al cien por cien cubierta, la defensa no tiene más jugadores que los del año pasado, y la delantera sólo ofrece a Campbell como novedad. La consecuencia es que la enfermería empieza a llenarse y con ella, las preocupaciones: los “Rubenes” no estarán para el partido del Rayo.
– ¿Vendrán los fichajes que faltan? Yo no lo dudaría en ningún caso, es el tiempo que tarda lo que angustia porque la liga ya empezó. Ojalá que no se les eche de menos mientras vienen y no. ¿Cuántos? Al menos tres vendrán, de seguro. De Nolito no dejen de seguir a Number1sport.es, quizá sea el cuarto.
