El Real Betis viaja a Gijón con la dulce resaca de saber que tu objetivo está cumplido incluso antes de haber finalizado la temporada y por si esto fuera poco, con posibilidades de dar un pasito más.
Sevilla huele a derbi, a esa dulce resaca que ha quedado en el ambiente heliopolitano después del buen encuentro realizado en terreno vecino y con un partido en el que no faltó de nada: hubo juego, emoción, tensión, goles y por si todo esto fuera poco, encima se trataba de un derbi sevillano, el partido de máxima rivalidad entre dos equipos con trayectorias muy distintas en estos últimos años. La resaca no ha podido ser más agradable en el barrio verdiblanco, que ve como el año del retorno se ha completado una gran temporada ya que además de haber logrado el objetivo de la permanencia el Betis le ha ganado el Sevilla, su gran rival, con lo que eso significa por tierras andaluzas, y encima dando una buenísima imagen en consonancia a lo vivido durante toda la campaña. Eso sí, el derbi ha dejado secuelas. Tres futbolistas sancionados: Dorado, Beñat y Cañas, ya que los tres estaban apercibidos y vieron la cartulina amarilla el pasado miércoles. A ello hay que unir las importantes ausencias de Iriney, Santa Cruz y Nelson, que por lesión se pierden el partido ante el Sporting de Gijón, y en el caso de éste último el del Barça. Iriney y el internacional paraguayo podrían estar ante los azulgrana en la despedida de un gran año aunque no es segura su presencia. Por tantas ausencias, Mel ha tirado de esa cantera que tan buen resultado ha dado cuando ha habido que tirar de ella. Los chavales han respondido en el primer equipo a la confianza del míster además de haberlo bordado también en el filial.
Enfrente habrá un equipo muy distinto, un Sporting con la soga al cuello, con unas urgencias tan grandes que no dependen sólo de sus escasas posibilidades, sino también de lo que hagan sus rivales en la lucha por el descenso. En definitiva, misión imposible, como si del circo se tratara, es el más difícil todavía. Y es que el equipo de Javier Clemente está al borde del abismo y el Betis puede ser su verdugo definitivo. El Betis tiene el objetivo cumplido pero a nadie le amarga un dulce, de ahí que el Betis quiera dar un paso más y decir aquello de ¡Qué siga la fiesta!, fiesta que no se ha apagado tras el derbi y que seguirá dando que hablar. En Gijón puede pasar de todo, que el Sporting descienda y que el Betis pueda acercarse a la Europa League, que sería ya un salto de gigantes para este Betis que va a más. SPORTING DE GIJÓN: Juan Pablo; Damián Suárez, Gregory, Padro Orfila, Lora, Gálvez; Ayoze, De las Cuevas; Trejo, Colunga y Sangoy. REAL BETIS: Fabricio; Chica, Amaya, Paulao, Nacho; Salva Sevilla, Matilla, Jonathan Pereira, Jefferson Montero; Jorge Molina y Rubén Castro. ESTADIO: El Molinón. ÁRBITRO: Velasco Carballo. HORA: 21 h. Twitter: @tara11ara