No está el Betis y visto lo visto, ni se le espera. Tiempo de arrojar la toalla, terminar la temporada al menos con dignidad y comenzar a pensar en las estructuras que debe tener el equipo en Segunda.
VALENCIA CF: Diego Alves, Barragán, Senderos (Rubén Vezos, m.81), Mathieu, Bernat, Javi Fuego, Parejo, Feghouli, Vargas, Pablo Piatti (Míchel, m.64) y Paco Alcácer (Jonas, m.75). REAL BETIS: Adán, Juanfran, Amaya, Jordi Figueras, Dídac (Nosa, m.66), N’Diaye, Lolo Reyes, Leo Baptistao (Matilla, m.58), Verdú, Cedrick (Jorge Molina, m.46) y Rubén Castro. Árbitro: Estrada Fernández, catalán. Amarillas para Lolo Reyes y Jordi Figueras. Goles: 1-0, m.40: Mathieu; 2-0, m.43: Paco Alcácer; 3-0, m.63: Feghouli; 4-0, m.67: Paco Alcácer; 5-0, m.78: Vargas. NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Desierto. Ya decía el poeta que cualquier tiempo pasado fue mejor y eso es lo que se le puede aplicar al Real Betis, que tras la franca mejoría experimentada frente al Espanyol el pasado domingo vuelve a ver como su realidad es otra bien distinta. No puede o no quiere, o si me apuran ambas cosas, ni quiere ni puede, porque por no tener esta plantilla no tiene ni esa mínima pizca de orgullo que te hace rebelarte ante la adversidad para al menos morir matando, dando la cara y demostrando que te duele lo que vives.
Pero este Betia adolece de todo ello y en Mestalla lo volvió a demostrar después de que se hubieran albergado algunas esperanzas de que el equipo mejoraría con respecto a etapas anteriores. Pero bastó un rato, o mejor dicho un buen rato para que el Valencia hiciera el primero y así meter nuevamente el miedo en el cuerpo a los heliopolitanos. Aguantaron bien la primera mitad los de Calderón pero cuando llegó el primer tanto ché, allá por el minuto 40 de la primera mitad se acabó todo. Tres minutos más tarde llegaba el segundo y por tanto el de la sentencia de un Betis que es cada vez más equipo de Segunda división víctima de sus propios errores, los que ha venido cometiendo desde la pretemporada y que ahora está pagando, tanto la racanería de lo que pudo traer y no trajo como de su escaso esfuerzo por caer cuanto menos, con dignidad. Tiene motivos sobrados el belicismo para enfadarse e incluso dar la espalda a los suyos, pero el Betis es mucho Betis y la afición ha vuelto a dar una lección a una plantilla que no merece llevar el escudo ni la camiseta que lucen. Seguro que cualquier futbolista de los escalafones inferiores, o cualquier bélico de a pie, mostraría más vergüenza que un Betis que huele mal, muy mal… Twitter: @tara11ara Foto: Eurosport
