Antonio Fernández fue uno de los hombres que hizo posible un Sevilla FC grande, el de los títulos, aquel equipo que fue de menos a más para llevar al equipo nervionense a su época más dorada.
Llegó al Sevilla FC casi a escondidas, a oscuras, sin esos ‘flashes’ que acompañan a las estrellas del mundo del fútbol. Su mayor aval era su amigo Manolo Jiménez con el que coincidió en el curso de entrenadores y que no dudó en hablar de él en la planta noble de Nervión. Sus colaboraciones e informes dejaron a las claras su amplia visión del mundo del fútbol, en especial en el mercado internacional. Antonio Fernández, que así se llama el protagonista de esta historia fue subiendo escalones como de verdad se valora, poco a poco, paso a paso, como le gusta a su amigo Caparrós. Sin prisas pero sin pausa porque sabía que la meta no se disfrutaría más por alcanzarla antes, sino que el premio llegaría de igual forma sin importar lo que tardara en conseguirla. Y así se fue haciendo un hueco en la secretaría técnica sevillista, hasta el punto de convertirse en la mano derecha de Monchi, que no dudó en apostar por la sapiencia de Antonio Fernández; de hecho, juntos han vivido su época más dorada con un Sevilla campeón, un equipo que no sólo jugaba como los ángeles, sino que además de eso, ganaba, partidos, finales y títulos. Su principal cheque al portador es el haber sido el gran descubridor de Dani Alves, al que fue el primero en ver y que tras observarlo en un partido y medio no dudó en recomendar a ciegas el fichaje de ese jugador al que definió como «futbolista todoterreno». Su ojo clínico sirvió para que el Sevilla fichara a un gran futbolista y de paso para que con su posterior venta se dejara en caja una cantidad importantísima. El brasileño, hombre agradecido donde los haya, no lo olvida y de hecho, Antonio Fernández es en estos momentos el director deportivo de la empresa de Dani Alves así como la persona encargada de llevar los proyectos del azulgrana en las Escuelas de Fútbol de Dani en Brasil. Todo ello después de todo lo bueno que vino tras marcharse del Sevilla FC donde un Consejero no jugó limpio con él.
Antonio Fernández se fue con todo el dolor del corazón del Sevilla donde dejó su mano en los fichajes de: Dani Alves, Luis Fabiano, Renato, Adriano, Julio Baptista… pero prefería cambiar de aires antes que aguantar que alguien dijera que estaba ahí por ser amigo de Monchi. Con su marcha se fue parte de esa magia de fichajes de jugadores que no eran reconocidos y que en poco tiempo se convertían en grandes figuras internacionales. Pasó por el Xerez y el Valencia y posteriormente Vicente del Bosque lo fichó para la Real Federación Española de Fútbol donde formó un magnifico equipo con el seleccionador y Fernando Hierro, con el que posteriormente arribó en el Málaga CF para un proyecto con una base sólida y los resultados están ahí. En el equipo de la Costa del Sol hizo una gran plantilla y dejó a los malacitanos en la zona más alta antes de todos los problemas de pago con el jeque. Desde entonces ha ido de la mano con su amigo Dani Alves, que ve en Antonio Fernández a uno de sus hombres de confianza. Ahora, con la salida de Víctor Orta del Sevilla FC se puede abrir nuevamente la puerta para Antonio Fernández, opción probable pero no segura, ya que su vuelta significaría que alguno tuviera que reconocer que algo se hizo mal en su día permitiendo la marcha del jerezano. Y ya se sabe que no son muy dados a decir: Me equivoqué. Pero eso sí, su vuelta sería traer a uno de los hombres que hizo posible que el Sevilla fuera grande entre los grandes, una de esas piezas magistrales que permitió fichar como en la época del inolvidable Roberto Alés a coste cero y en su defecto a bajo coste y alto índice de venta. En definitiva, a veces es necesario decir esta boca es mía, nos hemos equivocado y dar marcha atrás para volver al pasado y retomar un camino del que nunca debería de haberse salido el Sevilla FC, pero ya se sabe que no todos están preparados para asimilar el éxito. Twitter: @tara11ara
