El Eibar visita nervión tras la derrota sevillista en liga ante el Granada. Los de Mendilibar son conscientes de que permanecer dependerá de otros partidos de «su liga» pero no es el vasco un técnico que se caracterice por arrojar la toalla. Competirá con sus armas y una identidad muy clara a un Sevilla que llega algo cansado. Se encuentra decimosextos con cinco puntos en un inicio positivo para la plantilla tan corta de la que disponen los armeros.
Y es que en el Eibar el estilo no es negociable, siempre bajo el sistema 4-4-2, aunque éste si sufre variaciones. En Ipurúa es un equipo intenso que busca siempre robar en campo contrario, pero lejos de su feudo alterna diferentes tipos de presiones en función del rival. Conceptos como la presión alta, los centros laterales y la doble punta de ataque son propios de un equipo que se ha conseguido mantener en la élite varias temporadas. Lejos de su estadio el equipo de Mendilíbar baja muchos enteros y tiene fallos de concentración, pero también mimbres para hacer saltar la sorpresa.
La portería es cosa de Dimitrovic, un fijo para Mendilibar. Como también lo es una zaga formada por Esteban Burgos, Bigas u Oliviera. Por otro lado, los costados son ocupados por la derecha por José Ángel Cote – lesionado – Correa o Arbilla, mientras que en la izquierda se disputan un puesto Rafa y Kevin Rodrígues. El objetivo de los armeros es presionar en bloque y salir por fuera con mucha verticalidad y para ello a estos laterales les complementa una sala de máquinas compuesta por hombres como Diop Atienza, Edu Expósito o Sergio Álvarez y su labor es puramente de contención para equilibrar al equipo en todo momento.
En las bandas siguen Inui y Pedro León, aunque a última hora del mercado de fichajes el Eibar pescó en Nervión y consiguió las cesiones de Bryan Gil y Pozo, ambos para jugar en dichas posiciones. Como puntas de lanza, Mendilíbar a podido ampliar su plantilla con el japonés Muto, que acompaña a Sergi Enrich y, sobre todo, Kike García, el principal artillero armero.
Claves
- El Eibar no se ha podido reforzar todo lo necesario esta temporada y su plantilla es bastante corta. Aún así, rara vez deja de competir el conjunto armero. subestimarle suele costar caro.
- Los centros laterales son continuos en el Eibar, por lo que cerrar los costados parece una buena idea. El juego interior del Eibar es mucho más pobre.
- El Sevilla deberá tener una circulación rápida de balón y ser capaz de aparecer entre líneas para hacer girar a los de Mendilíbar. Si consigue plantarse en feudo rival, dominará el partido.
