Camino de Consolación

Escrito por Juan Medrano. Creado en Number1 opina, Sevilla FC

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Apenas hace unas horas brotaba un nuevo año donde el sevillismo ansía hallar similitudes con el principio del 2006, aunque las circunstancias actuales nos hacen topar de forma más fácil con una diferencia.

En estos momentos, las líneas maestras de la sociedad ya no las marca aquel hombre que un día se creyó que nadie lo podía derrotar, ahora, la nave la pilota un sevillista, con otra personalidad distinta menos impulsivo, más humilde y sosegado, que su primer contacto con el futbol fue en el patío del colegio de los Salesianos de Utrera, donde cada tarde disputaba su partido junto a sus amigos de la infancia soñando con emular a aquella delantera de “Cristal” de finales de los cincuenta y principio de los sesenta que destacaba por la finura, el brillo y la delicadeza en el futbol que practicaba.

 Como cualquier niño anhelaría pisar ese templo donde los sueños, la fantasía, la imaginación y la realidad se convierten en uno. Cada sevillista tenemos una historia de cómo llegamos por primera vez a nuestro estadio, si bien,  en todas aparece una mano que nunca debemos borrar de la memoria, de la cual, aferrado cruzamos esa línea donde por unos instantes no distinguimos lo terrenal de lo celestial. Nunca olvidarás el nombre de Antonio Carmona que te sacó el primer carnet de socio y te acercó al corazón de Nervión, el “gol norte” del Ramón Sanchéz  Pizjuán en un Sevilla-Sabadell que empezamos perdiendo 0-2 y remontamos con un resultado final de 3-2. Desde esa temporada mantienes la antigüedad, e incluso, el tío Antonio te ayudó en el año del servicio militar cuando la economía no pasaba por su mejor momento. Como anécdota cuentas que has venido al fútbol en muchos medios de locomoción, pero nunca olvidaras el día que desde Utrera llegaste en moto porque coincidió con un encuentro frente al Baracaldo donde sucedió que Pedro Berruezo se derrumbó por primera vez.

No me quiero detener en contar la trayectoria o currículum  que posees porque de sobra es conocido por todos los aficionados, desde aquella participación en la plataforma “Salvemos al Sevilla” hasta el lugar que ocupa en la actualidad. Personalmente me gustaría resaltar detalles que engrandecen a la  persona y su sevillismo. Pepe Castro dio el paso, aunque no estaba solo, de enfrascarse en un pleito con Antena 3 con el único objetivo de dar estabilidad al club además de evitar que fuera dirigido desde Madrid por personas que no sienten los colores rojo y blanco. Con el paso del tiempo, una vez ganado el caso su hijo mirando papeles de los movimientos accionariales de entonces le comentó que pensaba que era una persona moderada, escrupulosamente seria que no se metía en cosas que no podía pagar pero con el futbol no había sido así, a lo que contestó sin pensarlo: “el futbol es sentimiento no matemáticas”.

Se considera un apasionado de su pueblo siendo el Camino de Consolación muy significativo para cualquier utrerano que sirve de transito diario para muchos de ellos. La historia tenía predestinado ese lugar como punto de partida del Sevilla grande que hizo disfrutar a una generación que no conocía el éxito de los títulos. En ese paraíso que finaliza a las puertas del santuario donde reside la  Virgen de Consolación principal devoción de la localidad se cruzaron Joaquín Caparros y Pepe Castro para iniciar un idilio que conseguiría el ansiado ascenso, además de construir los cimientos del proyecto que concluyó con la consecución de seis copas que paseo el nombre de la ciudad por todo el mundo.

Espero que los paseos por esa vía tan importante del municipio que tanto quieres y disfrutas sirvan para reflexionar y reforzar las ideas y principios que has proclamado como presentación del sevillismo que atesoras. Nunca olvides, las lágrimas de los tuyos en Eindhoven antes de ser campeones, que delante del escudo todos somos iguales, que el título verdadero es ser sevillista, que solo se puede gobernar pensando en la sociedad y que la vida se fundamenta en tres pilares familia, trabajo y Sevilla FC.