David Ruiz

El desgaste de las altas expectativas

Escrito por David Ruiz. Creado en Sevilla FC

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El Sevilla FC ha acabado la temporada pidiendo la hora. El bajón del equipo desde comienzos de 2022 ha sido notorio y ha desembocado en cierta crispación y desilusión dentro del sevillismo. Todos se han visto afectados por ese desgaste que generan las dudas y las críticas, por lo que solo el tiempo calmará unas aguas que, con perspectiva, no parecen ser tan turbulentas. Sensaciones negativas, pero resultados positivos.

Finaliza una temporada más en clave nervionense y es turno del análisis. Toca hacer balance de los por qués de una temporada sevillista que se vislumbraba ilusionante y que ha acabado atragantándose pese a lograr el objetivo. Existen múltiples factores que vamos a desgranar a continuación, pero lo verdaderamente importante es comprobar que, pese a todo, pese a un mal año en general, el Sevilla tiene su campo base en el cuarto puesto en liga. Porque se podrán detectar multitud de problemas para descubrir cómo el equipo sevillista se ha caído, pero con perspectiva y con los datos en la mano se comprueba que esa caída es, en realidad, un bendito problema. Ojalá las futuras caídas y desilusiones sevillistas sean como las de esta temporada, donde el único problema sea que se amarra la cuarta plaza, que ya es prácticamente su territorio, en la última jornada.

Uno de los principales problemas ha sido la nula evolución en el juego de Lopetegui. Se apostó por una línea continuista debido a que se logró mantener la columna vertebral en el mercado veraniego, lo que disparó las ilusiones de los aficionados, pero no se ha trasladado en mejoría deportiva. Conservador con balón, poco atrevimiento ofensivo y prioridad en el sistema defensivo. Los rivales le tenían cogida la medida y pese a que lograba ganar en la mayoría de los casos, algo empezaba a fallar. Y eso se notó principalmente en Europa, donde el rendimiento nunca estuvo a la altura. Malos planteamientos ante rivales con mayor poderío físico dejó entrever también un déficit en la plantilla, que el propio Monchi reconoció. Con muchas dudas, pero con buenos resultados el Sevilla navegó hasta la fatídica etapa de las lesiones, que marcaría el devenir de la temporada.

Jesús Navas y en Nesyri fueron los primeros en caer, luego Suso y Lamela de larga duración. Algo no olía bien. Coincidió con una nueva ola de Covid19 que afectó de lleno a la plantilla y que obligó a forzar jugadores. Fue ahí donde Lopetegui no actuó bien. La acumulación de minutos pasó factura en Copa, donde antes de caer contra el Betis ya se veía que el equipo estaba muy limitado. Pero el batacazo llegó en Europa.

Caer en un grupo de Champions asequible fue la primera de las sorpresas y desilusiones, pero peor fue no ser capaces de competir más en Europa League. Fue ahí donde realmente se vieron las costuras a un equipo que no tenía tanto fondo de armario como se presuponía. Los meses más importantes de febrero y marzo fueron muy duros y con ello se llegó a un abril donde todo iría a peor. Ese colchón de puntos conseguidos en la primera vuelta se esfumaría.

Porque si algo salvaba a Lopetegui por aquellos meses era que en liga era infalible. No jugaba de forma vistosa, pero seguía la estela del Real Madrid y se instauró como segundo en la competición. Apeado del resto de competiciones, el sevillismo hacía la vista gorda siempre que el equipo se mantuviera firme en liga, pero acabó ocurriendo todo lo contrario. Se cayó por completo y desechó casi todo lo conseguido en la primera vuelta. Toda esa desilusión fue mermando moralmente en plantilla, club y afición hasta llegar a una situación alarmante en la que hasta el mismo proyecto estaba en juego. Las últimas semanas de la temporada fueron las peores, la de mayores dudas, la de más nerviosismo, pero se consiguió el objetivo mínimo. A partir de ahí pudo respirar. Como un corredor que llega con fatiga a la línea de meta, así ha acabado el Sevilla.

Lesiones y desgaste. Ese puede ser el resumen de una temporada que lo tenía todo para ser histórica, pero que se truncó. Lopetegui no supo evolucionar con lo que tenía y las lesiones le impidieron cualquier objetivo más ambicioso. La autocrítica tiene que predominar en el balance, como encontrarle solución al tema de las lesiones, que no puede volver a producirse. Tanto el club como Lopetegui quieren seguir de la mano, pero tendrán que cambiar muchas cosas. Y habrá ventas. Tocará renovarse, encontrar otros caminos para ser competitivo, pero, sobre todo, seguir manteniendo como suelo esos 70 puntos. Mirar hacia el futuro aprendiendo del pasado. No existe otro camino en el Sevilla FC. Tiene lo que se ha ganado y conservarlo depende de las decisiones que se tomen a partir de ahora.

Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm

Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana