El Sevilla FC necesitaba el parón no solo para descansar cuerpo y mente, sino para enriquecer sus recursos tácticos. En las últimas semanas se veía a un equipo desgastado en su salida de balón y con pocas alternativas en ataque. Es momento para que Lopetegui introduzca variantes y active a hombres como el Papu o Rakitic.
Si hay un equipo que agradece el parón de las competiciones de clubes ese es el Sevilla. Los de Lopetegui llevaban desde septiembre sin apenas respiro, con solo una semana de vacaciones desde la pasada temporada y con dos o a veces tres partidos a la semana. Pese a todo, el nivel del Sevilla ha sido bastante alto. Salvo alguna racha negativa, mantuvo el pulso en Liga entre los cuatros primeros y tuvo en su mano tanto la final de la Copa del Rey como los cuartos de Champions. Siempre ha sido competitivo y el trabajo de Lopetegui ha sido indudable. Pero los jugadores también son personas y necesitaban descanso. Lo pedían a gritos. Tanto físico como mental. La enfermería se llenaba cada semana de jugadores con molestias y apenas se podía reservar. Se asumían riesgos. Lo importante era llegar, como fuese, al siguiente partido.
Es por esto que el parón resulta una bendición para los intereses sevillistas. Los jugadores podrán tener su merecido descanso y el cuerpo técnico podrá incorporar nuevos alicientes tácticos para mejorar al equipo. Algo que también era necesario y que el propio Lopetegui llegó a reconocer. El Sevilla se estaba viendo superado ante equipos que le presionan alto. Su salida de balón no era tan fluida y este parón le permitirá pulirla. También trabajar diferentes sistemas como el 4-2-3-1 o el 3-4-1-2. Esa riqueza táctica le permitirá ser aún más competitivo. También lo agradecerán jugadores que, o bien no están completando una buena temporada, como Rakitic, o aún se les espera, como el Papu Gómez. Ambos tienen la oportunidad de encontrarse hasta el final de temporada. Es el último parón para coger impulso. Un impulso que lo lleve a Champions. Por : David Ruiz Fotos : SEVILLA FC
