Por más que se advierten las cosas, parece que algunos no aprenden. O no quieren aprender. O se piensan que España es el ombligo del universo y a ellos, como son ellos, pues nunca les va a tocar.
Somos bastantes los que llevamos diciendo desde hace tiempo que viene el lobo. Al principio parecía que se retrasaba. Luego apareció, pero atacando a débiles e indefensos. Más tarde cayó uno con plaza europea, pero se miró para otro lado. Este año se han cargado a un cuarto – finalista de la Champions, aparte de a varios más que han tenido menos repercusión. Y la cosa seguirá creciendo y creciendo. El lobo es insaciable, pero los sigue habiendo que se piensan que con una casita de paja tienen bastante, mientras otros nos cobijamos desde hace tiempo bajo una sólida estructura de ladrillo y hormigón. Recuerdan el cuento de los tres cerditos (en este caso dos), ¿verdad? ¿Para qué perder tiempo y esfuerzos en construir una casa de piedra si una de paja te cobija igual? Cuando el lobo sople y se lleve por delante tu chiringuito, dirás que es injusto que el otro cerdito, el que fue previsor y se resguardó convenientemente, se salve y tú no. Injusto, sí, completamente injusto. Lo que se gana en el campo, que no te lo quiten en los despachos. Claro que nadie habla que algunos, para ganar cosas en el campo, hacen su trabajo previo de despachos. Los despachos previos no se cuentan. Sólo los posteriores. ¿O no es así? Me explico. El Atlético de Madrid acaba de fichar a David Villa y hay quien habla de chollo porque sólo ha costado 5 millones de euros. Claro que aquí en Sevilla (al menos aquí) hemos aprendido que el coste de un jugador va mucho más allá de lo que se paga por su traspaso. La ficha del asturiano es una verdadera barbaridad, y firmar un contrato por varias temporadas con un futbolista de 32 años, el cual cobra dicha barbaridad, es un auténtico suicidio. Este es el trabajo previo de despachos
al que me refiero. El Atlético compra papeletas para entrar en concurso de acreedores mientras el Sevilla rebaja el tope salarial y exige a cualquiera que quiera venir que eso es así y que de ese burro no se baja. Por supuesto, eso limita muchísimo su mercado y obliga a trabajar. A trabajar mucho. Por tanto, unos hacen un trabajo previo de despachos sensato y concienzudo, y otros perpetran barbaridades. ¿Qué pasa si esas barbaridades luego te abocan a algo análogo a lo sucedido en Málaga, en Mallorca, en Vallecas…? ¿Tan acostumbrados están a que ellos están protegidos por los poderes fácticos del fútbol español? ¿Acaso no se dan cuenta por donde se pasan en Europa esas cosas? Y si mañana el Atlético no puede pagar, entra en concurso (los rumores son cada vez más importantes), la UEFA lo excluye y el Sevilla ocupa su plaza, ¿también será una injusticia, como se dijo con lo del Málaga? Lo que se gana en el campo, que no te lo quiten en los despachos. Muy bien, pues que se lo curren en los despachos previos. Ahora, precisamente ahora, en esta época del año, es cuando se trabaja en los despachos. Luego viene lo del campo, pero ahora están los despachos. Y si no lo hacen bien ahora y luego vienen las consecuencias, que no se quejen, que no nos señalen con el dedo a nosotros tachándonos de aprovechados, porque nosotros somos el cerdito precavido y trabajador que se hartó de currar para construirse una casa de ladrillo, mientras que ellos son los insensatos que pensaron que con la de paja era suficiente. Y el lobo, no es que venga, es que ya está aquí. Twitter: @Ravesen_