Todo ciudadano de a pie pretende, normalmente, salvaguardar su propia intimidad, ¿bien o mal?… No sé, cada uno en su interior que piense lo conveniente. Algo que nos han enseñado desde pequeño, nos han inculcado que la intimidad es algo muy especial de cada persona y que sólo uno mismo decide cuándo y con quién compartirla.
Para que nos entendamos, algo parecido a los secretos, que se desvanecen cuando la persona toma la decisión de confiárselos a otra, y que espera que esa persona, su confidente, los guarde. Pero, se suele decir que cuando alguien tiene secretos, obviamente, es porque tiene algo que ocultar, y ese ‘algo’, casi nunca suele ser positivo, sino, todo lo contrario. Y cuando el ‘confidente’ se llama «Prensa», todo sale a luz. Para algunas personas elegidas al azar, la intimidad no existe, lo comprendan o no, así es cuando juegas al fútbol, y además en un equipo conocido. Con estas características, lo común, es que todos los focos estén girados hacia ti, y eso conlleva a tener más cámaras de la cuenta alrededor. Como se suele decir, es el precio de la fama. Y el ‘famoso’, que es consciente de ello, tiene que ser consecuente. Hace días que ando dándole vueltas a la cabeza, muchas y muchas vueltas, pero por más que intento ponerme en la situación de esa persona y analizar todo tipo de matices para llegar a comprenderlo, lo siento, sigo en el mismo punto en el que empecé. En este caso, el señalado ha sido el futbolista del Sevilla, Gary Medel. No logro alcanzar lógica a los últimos acontecimientos cometidos por el chileno. Y discúlpenme si a alguien le toco la fibra sensible, que no es mi intención, pero llevo desde que nací viendo como ‘chiquillos’ se esfuerzan cada día para lograr tener un futuro como él, y no sé cómo puede tirar todo que tiene por la borda. Ya no es un crío, y no es el primer escándalo, permitidme que lo subraye. El chileno tiene que ser responsable y si no quiere que la ‘audiencia’ sea conocedora de sus imprudencias, que no las cometa. No se puede pretender que las cámaras no graben, porque para eso están. La prensa enseña lo que hay, y él ha mostrado que su ámbito íntimo no es el más adecuado. Sinceramente, lo que más me preocupa es que muchos jóvenes lo tiene como ídolo, y créanme, no es el mejor ejemplo a seguir, al menos yo no querría un futuro como ese para mi hijo, por muy buen futbolista que sea y el dinero que eso trae de la mano. Es cierto que cada persona tiene derecho a que su intimidad no sea pública, en eso, creo que estamos todos de acuerdo, pero no puedes pretender que cuando eres un personaje conocido, tu círculo más cercano no salga a la luz, porque todo el mundo sabe que cuando eres ‘famoso’, también puede salir en la prensa tu vida privada. Es muy preocupante que lo único que les importa en todo caso es simplemente su imagen, ya sea al propio jugador o a la entidad, lo primordial siempre es que la información no salga a la luz en vez de corregir las malas actuaciones. Y eso, no entra en mi razón, tal vez yo sea extraterrestre, pero lo apropiado no es interesarte si la prensa saca más o menos, sino evaluar los actos e intentar subsanar los errores, porque es el trescientos mil cuarenta escándalo. Si no se quiere ser carnaza, lo primero que hay que hacer es no echar tu propia carne en el asador. Muchos, o la mayoría, me tacharéis de populista y pensaréis qué ‘de palos’ le estoy dando al futbolista, pero créanme, es simplemente a su actitud y a muchos como ellos, que no valoran nada cuando otros tienen tan poco, y nunca veo en sus caras ni un gesto de arrepentimiento ni que se les dé un escarmiento. Y como en tiempo de crisis parece que lo único que emociona es el dinero, que les quiten un par de ejemplares de eso, verás como así, más de uno aprende. Twitter: @EstrellaRojo