Justas las tablas en el marcador, en un partido con máxima intensidad por lo que se jugaban los contendientes y en el que ambos filiales se repartieron el dominio y las pocas ocasiones.
Sevilla Atlético Club: Julián Cuesta; Manu, Israel, Atienza, Moi; Salva, Luismi; Rubio, Rabello, Menudo (Jony 69′) y Juanfran (Pablo Aguilera 77′). Llegaba a la ciudad deportiva la revelación de esta temporada: Un filial, el almeriense, repleto de jugadores talentosos en ataque y con oficio atrás. El Sevilla Atlético debía extremar la vigilancia en las posiciones defensivas e intentar apretar arriba cuando el juego lo permitiese. Afrontaban los franjirrojos el partido con el regreso de una de sus estrellas, Álex Rubio y la baja de última hora de Juanan. El Almería B, demostró desde el inicio que su puesto en la tabla no es casualidad y fue dueño de gran parte de los primeros 45 minutos pero apenas tuvo ocasiones claras, algo que se le puede anotar en el “haber” de los sevillistas que supieron neutralizar cualquier intentona rival con un doble pivote muy activo (Salva y Luismi) y con máxima concentración de la linea defensiva. E, incluso en los estertores del primer tiempo se sacudieron el dominio rojiblanco y merodearon la portería de Lopito. Y lo que es el fútbol, aun si haber llevado el peso del partido, en el primer minuto de la segunda mitad, una gran jugada por banda derecha de Álex Rubio acabó con el pase de la muerte desde linea de fondo para que Salva Rivas rematara colocado y el balón se estrellara en la cepa del poste. Primera ocasión clara del encuentro y para el lado sevillista. Esto espoleó a los de Ramón Tejada que encimaban mucho más a los almerienses en su salida de balón y tuvieron unos minutos de dominio en los que apenas le duraba el esférico a los de Francisco. Pero como en casi toda la contienda, los atacantes se veían frenados por los defensores en las inmediaciones del área. La dinámica volvió a cambiar a mediados de la segunda parte y esta vez hacia una alternancia en la posesión, aunque seguían sin hacer sudar a los guardametas. Aún así, no estaba siendo aburrido el partido para el espectador, por la intensidad que ponían ambos equipos y por lo que había en juego. Hasta que llegó el minuto 82 y fue el filial del Almería el que a punto estuvo de desnivelar la balanza, al rematar Michel de cabeza un balón colgado en saque de esquina y que no besó las redes por la espectacular parada de Julián que logró desviar con la punta de los dedos. Y en el ultimo minuto del descuento la tuvo Edgar para haber dado un mazazo a los canteranos sevillistas en un balón que recibe en largo, escorado, a las espaldas de los defensores y que, ante la salida de Julián optó por la vaselina pero se le marchó desviado. Hubiera sido injusto ese gol tan al final por lo visto durante los noventa y tantos minutos sobre el terreno de juego: Un encuentro igualado, en el que el Sevilla Atlético tuvo sus opciones ante un rival que está demostrando ser superior esta temporada. Van a ser duras estas ultimas seis jornadas porque los equipos de abajo vienen apretando y las distancias se recortan. La presión de vivir al borde del precipicio debe ser bien encauzada para que se cumpla el objetivo clasificatorio. La próxima oportunidad de demostrarlo, ante un “hueso”: El San Fernando C. D. Twitter: @ChemaSalas76
U. D. Almería B: Lopito; José Antonio, Alcalá, Michel, Raúl García; Alberto, Seba (Azeez 80′); Giu, Cristóbal (Ivi 73′), Edgar e Hicham (Joselu 52′).
Árbitro: Sánchez Laso colegiado extremeño. Amonestó por los locales a Atienza (20′) (acarrea suspensión), Álex Rubio (44′), Salva (72′) . Por los visitantes vieron cartulina amarilla Seba (31′) y Michel (82′) .
Incidencias: Floja entrada en la ciudad deportiva Cisneros Palacios. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Mariano Pulido y los jugadores sevillistas lucieron, como todos los equipos del club, brazalete negro en memoria del querido técnico.
El Number 1 del partido fue Salva Rivas.
La emoción se mantuvo hasta el final ya que, aunque el partido había transcurrido sin apenas ocasiones de peligro (una por cada bando) si es cierto que los acercamientos eran numerosos y el gol se mascaba en cada jugada.
Foto: Paco Luengo