Mañana a las 20,00h en el Hotel Hesperia, Enrique Vidal presenta el libro “Caso Antúnez. Más allá del Honor”, una obra que no dejará indiferente a nadie y mucho menos al sevillismo, puesto que el autor ha empleado casi tres años de trabajo en desenmascarar una mentira que muchos daban por cierta.
Enrique Vidal, un amante de la historia y un gran sevillista confeso hasta la médula, atiende a NUMBER 1 Sport para contarnos algunos entresijos en las horas previas a la presentación de su libro. Ha sido un laborioso trabajo que mañana por fin verá la luz, ¿el trabajo comenzó con la intención de reflejarlo en un libro o es algo que surgió a raíz de la investigación? Tengo entendido que el libro no pasará desapercibido puesto que son muchas mentiras las que quedarán al descubierto a raíz de que tu obra vea la luz. Y la historia es como es… y no como algunos quieren o han querido que sean atropeyándola, borrándola o modificándola… Siempre ha habido algo que me ha llamado la atención de los malos historiadores, y es la de contar la historia a su manera aún sabiendo la verdad, me parece una atrocidad que dice muy poco a favor de la condición de una persona. Eso no es amar la historia, eso es no tenerle ni el más mínimo respeto, algo que no debería de tener cabida en el libro del buen historiador… Y por fin en el “Caso Antúnez”, gracias a tu labor de investigación y recopilación de datos, sabremos al fin la versión original de lo que ocurrió. Y será tu libro el dejará a muchos con sus vergüenzas al aire por haber mentido y jugado con algo tan bello como es la historia… La realidad es la que es, y por desconocida, puede ahora escocer a algunos, aunque mi responsabilidad se reduce a la recopilación y ordenación de los datos existentes. Te cuento un secreto. Mi inquietud por este tema es muy anterior a la idea del libro, surge al toparme con el fallo definitivo del caso Antúnez en una reseña de ABC. Al leerla (uno que se dedica a las leyes no puede evitar la deformación profesional), compruebo que el club que litigaba contra el Sevilla, no sólo pretendía anular el traspaso del futbolista, sino que pedía expresamente en su recurso que se privase a nuestro equipo de todos los puntos obtenidos en los partidos de la temporada 1945-46 jugados con la participación de Antúnez. Basta recordar a todos los sevillistas en qué puesto quedaría el Sevilla clasificado esa temporada para calibrar en su justa medida lo que significaba ese recurso. De ello, de este dato tan decisivo, incomprensiblemente, nunca nadie había escrito con anterioridad, pues el caso casi siempre se ponía como ejemplo de opresión sevillista a su eterno rival. Las pruebas demuestran que fue todo lo contrario. Por consiguiente, el caso Antúnez es el episodio más grave de rivalidad entre Sevilla y Betis ocurrido hasta la fecha, el mayor atentado de un club hacia otro, teniendo en cuenta que se pretendía nada menos que desposeer al Sevilla del único título liguero que luce en sus vitrinas y enviarlo a la Segunda División. Al lado de esto, las otras batallitas que se elevan a categoría de ofensa superlativa desde la otra acera futbolística de la ciudad son simples anécdotas. No quiero ni imaginarme si esta película hubiera sucedido al revés. ¿Eres consciente de que con tu obra entras en la historia del Sevilla FC al haber logrado escribir correctamente una página que había sido contada de manera falsa? Y eso, para un sevillista como tú, debe de suponer una satisfacción inmensa que no está pagada con nada… ¿Y cómo se llevan las horas previas al acontecimiento de la presentación del libro? Gracias Enrique, y ojalá el libro llegue a todos los rincones del mundo para así limpiar lo que antes algunos quisieron ensuciar: “Caso Antúnez. Más allá del Honor”. Recordamos, mañana jueves a las 20,00h en el Hotel Hesperia (antiguo Hotel Portaceli), la cita merece el pena, y si además Enrique Vidal nos firma su libro con una dedicatoria… seguro que tanto los sevillistas como los amantes de la verdad, se llevarán un pequeño tesoro a sus casas: un trocito de la historia por fin bien contada, que no es poco. Twitter: @NachoMateos
La idea del libro surge hace unos tres años, cuando a raíz de un primer trabajo de aproximación al caso, publicado en Internet, Juan Castro y nuestro añorado Agustín Rodríguez me proponen, en la previa de un Sevilla-Ath. Bilbao en Nervión, que lo amplíe con objeto de publicarlo como libro. Desde entonces, todo ha sido un no parar de indagar, recopilar, unir datos, concordar informaciones. Llega a ser verdaderamente obsesivo, si te sucede como a mí, que padezco el pecado del perfeccionismo.
El libro se limita a presentar las evidencias que están ahí, al alcance de cualquiera, en periódicos, libros de historia, entrevistas, etc. No se trata tanto de aportar datos nuevos, como de presentar todos los que ya existían, la mayoría de ellos, contemporáneos al caso, y que incomprensiblemente se habían tapado, manipulado, a veces de forma muy burda. Pero ya se sabe eso de que una mentira mil veces repetida acaba tomándose como verdad. Mi tarea ha sido más de recopilación y ordenación de datos que de creación literaria. Ha sido un trabajo de investigación, reconstrucción y restauración, para quitar la mugre que tapaba el lienzo y no dejaba ver el original. Por otro lado, es muy destacada también la selección gráfica de imágenes, con algunas instantáneas inéditas, como la del gol de Araujo en Barcelona que dio al Sevilla el título de Liga. Hay fotos verdaderamente emocionantes.
El fútbol sevillano está plagado de leyendas elevadas a la categoría de dogma por quienes, a falta de éxitos deportivos de los que presumir y que poner a comparar, quieren compensar su inferioridad con argumentos más poéticos que realistas, y pretenden llevarse la controversia fuera del incontestable mundo de los números, los puntos, los goles, los títulos. Su virtud, en cualquier caso, ha estado en la insistencia, una de las claves de toda propaganda que se precie, teledirigida a la consecución de un objetivo, generalmente mancillar el honor del rival. También es necesaria una audiencia dispuesta a consumir ese producto a ciegas, sin demasiado espíritu crítico, sin cuestionarse las cosas por el simple hecho de que convienen que así sean. En este mundo paralelo, casualmente, todos los problemas propios son siempre debidos a una mano ajena, preocupada tan solo por fastidiarles la vida. Pero no es cuestión para broma, en esta batalla, fuera de lo deportivo, los enemigos del sevillismo, hay que reconocerlo así, nos han ganado históricamente por goleada, produciendo más daño del que pueda imaginarse, pues hasta muchos sevillistas de a pie comulgan con esas mentiras. El Caso Antúnez es el prototipo de esta práctica, el mejor ejemplo de cómo tergiversar lo sucedido, pasando por encima de la honra de instituciones y particulares.
Como cuestión previa, aclarar que yo no soy historiador, si acaso un modestito investigador amateur, un tipo interesado por temas históricos, no sólo futbolísticos, por pura afición e inquietud cultural, nada más. Entrando en tu pregunta, hay que asumir que, como tantas otras cosas, la historia es manipulable, porque por naturaleza es imposible la certeza plena. Pero una cosa es eso, el no poder alcanzar un ciento por ciento de fiabilidad, y otra muy distinta no contar con las evidencias existentes que están al alcance de la mano de todos, no ser rigurosos en contrastarlas, eliminar lo que a uno no le gusta para reflejar solo lo que interesa, en definitiva, amoldar la historia a tus propios intereses partidistas. Evidentemente, no me considero en posesión de la verdad absoluta, y puedo equivocarme, pero hay algo que si te aseguro, el libro refleja todas las fuentes en que se apoya cada dato. Quien quiera podrá comprobar el origen de cualquier afirmación contenida en su texto. Si alguien es capaz de refutarla con un dato cierto, contrastado, fiable, seré el primero en aplaudirlo y rectificar. Si la defensa se basa en el insulto o en un “me lo dijo mi abuelito”, lo siento mucho, game over.
Hombre, eso que dices me parece muy fuerte. Sí puedo decirte una cosa. Se puede hacer sevillismo de muchas formas. Como me gusta decir, hay privilegiados que se enfundan la elástica blanca con el escudo suizo al pecho, y marcan goles o los evitan. Hay otros que desde puestos de responsabilidad se desviven por la buena administración del club. Muchos que lo defienden con su corazón y su garganta. Yo, aparte de esto último, si puedo aportar un granito de arena con el libro, me doy por contento. Por otro lado, aunque yo lo firme, es una obra en la que el resto de Guardianes de la Memoria ha tenido un papel decisivo, aportando datos y, sobre todo, criticando salvajemente cada frase o dato que pudiera dejar de tener el más mínimo ápice de rigor. Su ayuda ha sido imprescindible, al igual que la de otros colaboradores, familiares de algunos protagonistas, instituciones, federaciones, etc. Los méritos que pueda tener el libro deben ser compartidos con todos ellos, es de justicia.
Sin duda, pero fíjate que mi mayor premio sería otro. Me conformo con que los damnificados del caso, la mayoría ya fallecidos, y sus descendientes, pudieran sentirse reconfortados con una obra que trata de limpiar su memoria y su honra, colocándola en el lugar donde siempre debieron estar. Más vale tarde que nunca. Y con ello quiero referirme especialmente al más importante de todos, Francisco Antúnez Espada, protagonista involuntario del caso, y verdadera víctima humana de lo sucedido, cuyo buen nombre fue utilizado y vilipendiado cobarde y deshonestamente por terceros, para escurrir el bulto de sus propias torpezas, presentándolo como lo que nunca fue. Estamos hablando de un grandísimo deportista, internacional y mundialista, que debería ser recordado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol sevillano, y que no tuvo responsabilidad alguna en lo sucedido. Vaya desde aquí mi admiración y respeto por su persona, a la que tributo un pequeño, pero coqueto homenaje, con la mejor intención, en el último capítulo del libro.
Bien, tranquilo, lo cierto es que mis obligaciones profesionales no me dejan muchas opciones. Son muchos los flecos que tiene un evento de estas características, pero Puntorojo Libros, la editorial, con Iván Parrilla a la cabeza, se está desviviendo por el éxito del acto. Hesperia, nuestro anfitrión, ha puesto todo de su parte, también, los guardianes, la familia, muchos sevillistas, algunos béticos también y amigos, como tú, que estáis empujando este barco para llevarlo a la orilla. Lo más difícil ya está hecho. Sólo queda disfrutar.