El Sevilla FC cayó de forma cruel en el Camp Nou y se esfuma el sueño de disputar una final. El Barcelona fue infinitamente mejor durante todo el partido y mereció resolver mucho antes la eliminatoria. Ocampos, que volvió tras su lesión, falló un penalti.
FC BARCELONA: Ter Stegen; Mingueza (Junior, 78′), Piqué, Lenglet; Dest (Griezmann, 62′), Busquets (Ilaix, 78′), De Jong, Pedri (Braithwaite, 88′), Jordi Alba; Messi y Dembélé (Trincao, 88) SEVILLA FC: Vaclick; Aleix Vidal (Navas, 53′), Koundé, Diego Carlos, Acuña (Rekik, 53′); Fernando, Jordán (Munir, 115′), Óliver Torres (Ocampos, 62′); Suso (‘Papu’ Gómez, 79′), En-Nesyri y De Jong (Rakitic, 53′) GOLES: 1-0 M.13 Dembélé; 2-0 M.90 (+3) Piqué. 3-0 M.94 Braithwaite. ÁRBITRO: Jaime Latre. Mostró amarilla a Mingueza, Koundé y Navas. Expulsó con doble amarilla a Fernando. NÚMERO 1 DEL SEVILLA FC: Acuña Día muy duro para el sevillismo. Ni en el peor de las pesadillas estaba el encuentro de esta noche. Sufrió desde el minuto 1 y no encontró la fórmula para hacerle daño al Barça en ningún momento. Los de Koeman consiguieron ganar la batalla táctica, pero se le atragantó más el marcador. Porque si el Sevilla se fue al descanso tan solo perdiendo por un gol fue un milagro. Dembelé hizo el primero en el minuto 11 y desde entonces el equipo de Lopetegui fue un juguete en manos del Barça. La falta de acierto culé impidió que la eliminatoria estuviese ya perdida. Lopetegui tocó varias cosas tanto en el sistema como en el rol que desempeñaban sus jugadores, pero no funcionó. En Nesyri jugó demasiado aislado y en general el Sevilla no conseguía plantarse en campo rival. En consecuencia, el Barça jugaba muy cómodo.
Viendo que nada funcionaba, el técnico sevillista decidió que su equipo se dedicara a defender y achicar agua. Era un suicidio frente a un Barça tan fino, pero fue la única respuesta que encontró ante una muy mala noche sevillista. Tocó sufrir y mucho. Cada llegada de los locales era peligrosa, pero no definitiva. Los minutos pasaban, las ocasiones se sucedían, pero el marcador no se movía. Sería entonces cuando a falta de 15 minutos llegaría la oportunidad dorada para meterse en la final. Sería una oportunidad perdida. Ocampos provocaba penalti en el único acercamiento sevillista y tendría en sus botas medio pase a la final, pero iba a aparecer Ter Stegen. No fue tampoco el mejor lanzamiento del argentino, pero lo adivinó bien el meta holandés para dejar helado a todo el sevillismo. No parecía que fuese a tener más ocasiones el equipo de Lopetegui, por lo que solo quedaba encomendarse a que el final del partido llegase. Y parecía que este iba a llegar cuando se sucederían los dos acontecimientos más crueles que viviría el Sevilla en la noche de hoy. Fernando vería la segunda amarilla por frenar una internada de Messi y dejaba a los suyos con uno menos. Restaban dos minutos y solo quedaba encomendarse a los santos, pero a la jugada siguiente iba a llegar el castigo. Gol de Piqué que mandaba el partido a la prórroga. Se celebró en el conjunto blaugrana como el pase a la final, porque es lo que realmente era. Con uno menos y siendo tan inferior como lo estaba siendo el Sevilla lo lógico es que en la prórroga llegara el pase. Y así sería. Braithwaite se encargaría de hundir al equipo hispalense. Este encuentro deja muy tocado al Sevilla. La semana que viene tiene que remontar ante el Dortmund para compensar el descalabro de esta noche, pero moralmente necesitará ser muy fuerte para ello. Y también mejor futbolísticamente, por que hoy no estuvo a la altura de ese escudo. Por : David Ruiz Fotos : SEVILLA FC
