¿Justicia para los tramposos?

Escrito por Rafael Sarmiento. Creado en Number1 opina, Sevilla FC

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La expectación del sevillismo alrededor del juicio en el que el TAS decidirá en junio si el Málaga sigue o no sancionado es máxima. Cosa natural, por otra parte, ya que nos jugamos mucho. Nada menos que optar a una plaza europea que no nos hemos ganado en el campo. 

Esto es evidente, no nos hemos ganado esa plaza en el ámbito deportivo. Lo que ocurre es que eso ha sido así por muchas causas. Vaya por delante que si la directiva puso como objetivo, como mínimo, alcanzar una plaza en la UEL (o sea, quedar sextos), el hecho de estar como estamos supone un fracaso. Sin paliativos, sin medias tintas y sin dobles interpretaciones. Ahora bien, ¿de dónde viene ese fracaso?

Por supuesto, y para empezar por el principio, por la mala planificación. Y no solo de esta temporada, sino también de las anteriores. Arrastramos errores del pasado inmediato que están teniendo sus consecuencias ahora. Eso sí, teniendo en cuenta esto, criticando la falta de fondo de armario de esta plantilla, también es cierto que los errores arbitrales (los gordos, los clamorosos) nos han quitado un buen número de puntos. Hay quien habla de 13. Sólo con haber sumado la mitad de esos 13, estaríamos ahora cumpliendo con nuestros objetivos. ¿Eso es fracaso, entonces? Para mi lo sigue siendo. Quizás, en este punto en concreto, no tanto en el ámbito deportivo, sino más bien en el institucional. Porque no es sólo el tema arbitral, sino los horarios de los partidos, los desmanes de los comités (la última, las sanciones de Reyes vs Cristiano, por poner un ejemplo) y varias gaitas semejantes y que todos conocemos. Y eso tiene toda la pinta de que no tenemos peso ninguno y de que nos toman por el pito del sereno.

Otros hablan de suerte: de que hemos tenido mala suerte en momentos trascendentales y que eso también nos ha quitado puntos. Y es cierto. Hemos tenido mala suerte en ocasiones, pero por aquí no paso. Porque también la hemos tenido buena. Porque ya me dirán si no es suerte que a Negredo le hayan respetado las lesiones, cuando no tenemos otro delantero de cierta garantía en la plantilla. O que después de la increíblemente precipitada venta de Diego López, su sustituto haya rendido casi desde antes de saltar al campo. Eso es suerte. Buena suerte. Una buena suerte que ha tapado errores y patinazos importantes (en mi opinión) de la dirección deportiva. Y que ha aportado puntos. Y ahora vuelvo del revés la pregunta de antes: ¿esto es un éxito? Pues no. Para mí, no.

Hay que reconocer que, en los últimos tiempos, Monchi ha acertado más que fracasado en los fichajes. Desde Medel y Rakitic podemos decir. Y Beto es el último ejemplo. Pero eso en fichajes puntuales, porque en lo que a planificación se refiere la cosa ha dejado bastante que desear. Vender al que se suponía que iba a ser tu portero titular en los próximos años a mitad de su primera temporada es un desmán, por mucho que se haya acertado con su sustituto. Y dejar a la plantilla con un solo delantero también, a pesar de que haya rendido aceptablemente. La mejor muestra de lo que digo es la sensación que todos tenemos cuando en el minuto 60 de cualquier partido es necesario hacer un cambio para revolucionarlo y miramos al banquillo. No hay revulsivos, no hay fondo de armario. Eso es por errores de planificación, y es algo que cuesta puntos.

Pero, dicho todo esto, admitiendo que esa plaza que el TAS nos puede dar no nos la hemos ganado en el campo, hay que decir otra cosa. Nosotros no nos la merecemos por unos motivos, pero el Málaga tampoco por otros diferentes. Porque si no sancionan al Málaga, nosotros (o cualquiera) nos podríamos ver con el derecho de hacer un plantillón impresionante para el año próximo. Un plantillón con jugadores que no nos podemos permitir, pero da igual. Total, no los vamos a pagar. Jugamos con ellos, hacemos una magnífica temporada, nos metemos en la Champions porque no nos sancionan, y el año que viene, con los dineros que te reporta la máxima competición continental, nos ponemos al día. Y si no llega para tanto, pues vendemos a algunas de las estrellas fichadas gratis el año anterior y saldamos las deudas con el dinero de esos traspasos.

Evidentemente, las cosas no son así. El Sevilla está mal porque ha despilfarrado el dinero cuando lo ha tenido, pero también porque ha procurado no gastar más de lo que se puede permitir, con lo que su plantilla ha perdido potencial deportivo. Se han hecho las cosas mal, y como somos legales, pues hemos decrecido. Pero lo que no es justo es que se premie al tramposo a costa del que es legal. Ya digo que no nos merecemos la plaza europea por motivos deportivos, pero el debate debe ser el siguiente: si uno no se la merece por motivos deportivos y otro por ser un tramposo, ¿a quién debe dársela la justicia?

Yo lo tengo claro.

Twitter: @Ravesen_