La gran diferencia entre Málaga y Sevilla

Escrito por Rafael Sarmiento. Creado en Number1 opina, Sevilla FC

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Anoche imaginé por un momento que era seguidor del Málaga y sentí un enorme vértigo. Manu Carreño aseguraba que el el club costasoleño iba a descender a las doce de la noche por culpa de los impagos. Se lió parda en las redes sociales. Finalmente, se demostró que el periodista había cometido un lamentable error: este año sólo se desciende por impago a jugadores y el Málaga no está denunciado… a día de hoy. Error garrafal y disculpas a continuación, pero el vértigo se sinitó. Eso fue inevitable.

Durante ese rato vertiginoso, me acordé también de aquel indio (de nacionalidad y actitud) que compró al Rácing de Santander. No sé exactamente si lo sigue poseyendo, si lo vendió o si andan de trifulcas, no estoy seguro. Da igual. También la formó buena allí y el resultado es un Rácing que en poco tiempo ha pasado de jugar la UEFA a bajar a Segunda. También se me vino a la mente el tal Piterman. ¡Qué pena lo de aquel Alavés que llegó a jugar una final continental! Incluso de ese farsante que hizo como que quería comprar el Getafe y hasta cambiarle el escudo. O de otro árabe o similar que parecía que estaba interesado en el Betis y los había al final de La Palmera que aplaudían con las orejas.

Finalmente, pensé en mi Sevilla y respiré hondo. Eso no pasa aquí, y será muy difícil que ocurra alguna vez. Hay muchos grandes sevillistas metidos ahí, como accionistas importantes, aparte de que más o menos la mitad del capital social está en manos del sevillismo de base. Y me acordé de los que, últimamente, piden la cabeza de Del Nido con tanta insistencia, o le afean el gesto por hacerse con el importante paquete accionarial de González de Caldas.

No me voy a meter aquí a defender a nuestro presidente a capa y espada porque no creo que sea de recibo. La actitud vigilante del sevillismo en estos asuntos me parece muy, pero que muy oportuna. Nadie quiere que el poder se concentre en pocas manos, a pocos les gusta que una persona aglutine tal porcentaje del accionariado. Eso sí, recordemos que más o menos la mitad del mismo lo siguen componiendo sevillistas de base.

No obstante lo dicho, es para respirar hondo saber que el Sevilla está en manos de sevillistas y que cosas como las de Málaga, Rácing o Alavés no va a ocurrir aquí. Yo acepto con total naturalidad que haya gente a quien no guste lo que hace Del Nido y que prefieran un cambio en la planta noble. Lo acepto y hasta lo comprendo. Pero siempre que converso con ellos, les pido una alternativa. Porque este asunto no es baladí. El Sevilla es un club estructurado y saneado, es decir, una perita en dulce para cualquiera de estos petro-millonarios caprichosos que utilizan el fútbol como entretenimiento o como trampolín en busca de otro tipo de negocios. Y eso me preocupa mucho.

Málaga es una provincia vecina. Lo del primer párrafo está ocurriendo ahí al lado. Y una de las cosas más importantes que diferencia a ambos clubes es, precisamente, que el Sevilla es de los sevillistas y el Málaga, de un árabe. Permanezcamos vigilantes con nuestros dirigentes, critiquemos lo que haya que criticar. Hagamos lo que sea necesario por el bien del Sevilla F.C.. Pero no olvidemos que en días como ayer, podemos respirar aliviados y sentirnos orgullosos de lo que tenemos.