Cuando accedió a la presidencia José María Del Nido su primer objetivo era modernizar y estructurar una entidad que consideraba que había quedado obsoleta en muchos aspectos.
José María Del Nido intentó crear diferentes departamentos y dar responsabilidades a los llamados altos cargos ejecutivos. De todas las secciones hubo una que adquirió gran importancia debido a las competencias que le fueron asignadas y a los éxitos que obtuvieron. Estoy refiriéndome a la secretaria técnica donde el cometido de renovar su organización recayó en la persona de Ramón Rodríguez Verdejo, me gusta llamarlo de esta forma para diferenciar su etapa de jugador con la de máximo responsable en el apartado deportivo de la entidad, suficientemente preparado para poder ostentar dicho puesto dentro del nuevo modelo que se intentaba implantar. Su misión sería la de crear un grupo de trabajo donde se analizara y se controlara el mayor número de jugadores posibles, en una primera etapa se comienza con el seguimiento principalmente del futbol nacional, posteriormente con el resurgir económico de la entidad se aumenta el campo de acción llegando hasta tierras sudamericana, enviando ojeadores a los principales torneos de selecciones de categorías inferiores donde se consiguen informes muy favorables de futbolistas con gran proyección y terminando este periodo con un control exhaustivo de prácticamente todo el futbol mundial. Los primeros colaboradores de los que se rodea nuestro secretario técnico son: Manuel Ruiz Sosa, Pepe Alfaro, Ramón Vázquez, Antonio Fernández y Pablo Blanco. Todos hombres de futbol con mucha experiencia y capaces de entender en cada momento lo que requiere el club según sus necesidades. Conforme avanza el tiempo la plantilla comienza a crecer y se alcanzan lo mayores logros conseguidos por la institución, refrendándose el trabajo realizado con la distinción del mejor equipo del mundo por dos años consecutivos. A partir del año 2006 por diversos motivos el grupo se comienza a fragmentar y aparecen nuevos componentes, uniéndose al proyecto Víctor Orta que llega precedido de una gran prestigio como conocedor y dominador del mercado internacional, pero desde su incorporación han prevalecido más los errores que los aciertos y esto no solo ha influido en el plano deportivo con la disminución de potencial en la plantilla, sino que ha mermado mucho el poder económico de la sociedad, debido que una de las máximas de nuestro presidente: “comprar barato para vender caro”, ya no es posible puesto que en la plantilla son pocos los futbolistas que se han revalorizado tras llegar a nuestra ciudad. También se puede observar si contemplamos cada año la disposición del departamento técnico que hasta cierto punto se ha convertido como un cajón desastre donde tiene cabida todo aquel empleado de la entidad que no encuentra una ubicación acorde a sus conocimientos, podemos citar varios ejemplos, Antonio Álvarez, Francisco López o por último componentes del aquel gran equipo de psicólogo que comandaba Miguel Morilla. Esto conlleva que se haya pasado de plantillas muy compensadas, donde en cada puesto como mínimo existían dos jugadores que podían cumplir casi por igual, a las actuales donde existen grandes déficit en muchas posiciones que incluso no son solventados en varias temporadas. Hemos llegado a una situación donde un problema acaba tapando otro, como ocurre con la posición de mediocentro en nuestro equipo. Según todos los medios de información sevillano el error cometido a inicio de la temporada pasada de no fichar jugadores contrastados para el mediocampo, como Borja Valero u otros, se soluciono con las adquisiciones de Médel y Rákitic a comienzo de la segunda vuelta, pues esta es la falacia más grande que leo y escucho últimamente. El Sevilla FC tiene en la primera plantilla solo dos futbolistas capaces de ocupar esa posición en un sistema 4-4-2 que son el chileno Medel y Gómez Campaña, ni el croata Rákitic ni el alemán Trochowski pueden ejercer esa función porque no se encuentran capacitados para dar al equipo el equilibrio defensivo y ofensivo que se requiere. Lo anterior se relaciona con la mala planificación de este verano en la línea atacante que ha supuesto que la plantilla se haya visto mermada de efectivos en la delantera donde solo contamos con dos delanteros centros y un segundo punta con otras características que los primeros, aunque en algunos partidos era el único baluarte disponible para ocupar posiciones adelantadas. También se debía predecir que Kanouté ya no puede disputar una temporada completa al máximo nivel físico por sus problemas musculares, estos hechos repercuten en el rendimiento del equipo y se reflejan en la clasificación. Esta coyuntura ha evitado que se hable de la falta de futbolistas en la zona media. Como colofón final a esta reflexión, solo me queda reseñar que en mi opinión el equipo siempre es el fiel reflejo del funcionamiento de la institución en el cómputo global de todas sus secciones. Juan Medrano.