El Sevilla FC recibe al Celta una vez superado el parón por selecciones y tras cortar la mala racha de resultados ante Osasuna. Los de Lopetegui tienen por delante meses duros de competición en un calendario muy comprimido y que ya no para hasta marzo. El desgaste de la temporada pasada aún hace mella en los hispalenses y toca gestionarlo de la mejor manera posible.
El Sevilla cogió aire en la última jornada ante Osasuna. Era un duelo a vida o muerte tras tres derrotas consecutivas y la victoria llegó. No lo hizo con brillo, pues el equipo de Lopetegui no atraviesa un buen momento de forma, pero consiguió lo que necesitaba. Ahora, una vez superado el parón de selecciones que solo deja lesiones en futbolistas, es el momento de mantener el pulso. Porque el equipo hispalense se armó en el mercado veraniego con el objetivo de hacer una plantilla amplia para lo venidero. La pandemia y la disputa de la Eurocopa en 2021 han provocado un calendario muy comprimido sin apenas descanso, a lo que hay que sumar lo larga que fue la competición pasada para el Sevilla. Solo dos semanas de descanso tras el confinamiento.
Y a este encuentro llega, como no podría ser de otra forma por la carga de partidos y el escaso descanso, con bajas importantes. Navas y Acuña se lesionaron en la última jornada, Ocampos llega exhausto de Argentina, Suso lesionado a última hora, y Carlos Fernández positivo por Covid19. Lopetegui tendrá que darle una vuelta a su once y presentar batalla ante el Celta de la mejor forma posible. Un Celta que estrena entrenador y que no vendrá con miedo al Ramón Sánchez Pizjuán. La segunda oleada hispalense tendrá que dar la cara y demostrar que quieren un puesto en ese once tan cerrado de Lopetegui. Se trata de todo un pulso contra el desgaste, un reto mayúsculo que solo una buena gestión podrá superar. De no hacerlo, se pueden esfumar sus objetivos. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Foto: QUICO PÉREZ VENTANA @perezventana
