Marcelino García Toral manifestó en rueda de prensa que «no va a dimitir», que el equipo «no es regular» y que seguirá trabajando «hasta que las personas que tengan que tomar una decisión decidan otra cosa».
El entrenador del Sevilla terminó el partido con la cabeza agachada en el banquillo y escuchando los gritos de una grada que está cansada de la imagen mostrada por su equipo partido tras partido. En Marcelino ya no confía el aficionado, pero el entrenador manifiesta que no va a abandonar porque tiene fuerzas para seguir: Marcelino justificó su decisión de cambiar el planteamiento durante el transcurso del mismo, para el técnico asturiano no fue un suicidio jugar con tres defensas: «En el segundo tiempo no hemos tenido equilibrio, vencían nuestra línea de mediocampo. Pero hemos dado con una situación de riesgo porque queríamos ganar el partido. Apostamos por la victoria porque llevámos demasiadas semanas sin ganar. Lo prefería a esperar al rival. Creí que eso nos iba a dar el dominio». Marcelino manifestó que no cree que los jugadores no estén comprometidos: Así analizó Marcelino que Campaña siga sin contar nada de nada: Por último, el técnico sevillista sigue creyendo que es posible alcanzar el objetivo de Champions: Twitter: @NachoMateos
En la rueda de prensa, Marcelino indicó que se siente capacitado para sacar la situación adelante, aunque reconoció que entendería un cese ante los últimos partidos:
«Si lo consideran así, tengo que aceptarlo. Soy el máximo responsable. Los resultados son los que son. A los entrenadores nos dejan los resultados y no son positivos. Las personas que deciden tienen la potestad de destituirme si lo consideran oportuno. No me sorprende que no me hayan destituido, pero no lo podría considerar injusto. Creo que seguiré en mi cargo, pero si no es así no les considero culpables. Siempre han estado manifestándome su apoyo. La situación no es cómoda para nadie. Si los dirigentes me consideran responsable, muy a mi pesar, esto es así y lo acepto».
«No voy a dimitir. Me siento capacitado porque trabajo todos los días para ello, pero la evidencia es que nada cambia, use el esquema que use. No somos regulares ni tenemos acierto. Trabajaré hasta que las personas que tengan que tomar una decisión decidan otra cosa. Yo no bajo nunca los brazos. Sé de donde vengo y con la ilusión que vine a este proyecto, y eso no dejará de existir. Mi sensación es que estamos todos muy fastidiados. Me siento decepcionado, pero la afición expresa su sentir producto de los malos resultados. Le tengo un tremendo respeto».
«En el primer tiempo el Villarreal tuvo más dominio, aunque creamos algunas ocasiones. Pero teníamos que cambiar porque tenían más gente por dentro y no teníamos el balón. Así jugamos contra el Valencia, el Levante o algún partido más. No ha sido un suicidio. La única intención con los cambios ha sido intentar ganar el partido».
«No hemos ganado porque el equipo estuvo excesivamente tenso. Los malos resultados generan falta de confianza. Cualquier entrenador es el máximo responsable de transmitir a sus futbolistas que sigan una línea y yo no lo he conseguido. No tengo la sensación de que los futbolistas no estén comprometidos conmigo. Con quienes tienen que estar comprometidos es con el club, con la profesión y con sus compañeros. En el técnico, eso sí, tienen que creer. Es un tema de ansiedad, de un estado de ánimo negativo, no es una cuestión física».
«Quizás podía haber puesto a Jose. Pero tomé esa decisión y en un partido complicado no era lo mejor poner a un chaval de 18 años, echarlo a los leones, teniendo a jugadores de mucha más experiencia internacional».
«La última racha dice que es complicado llegar, aunque no hay una distancia totalmente definitiva. Hasta el día del Betis parecíamos un equipo, ahora somos un equipo diferente y menos competitivo. No somos regulares».