El Sevilla FC cayó en su debut liguero en Pamplona en un rácano partido de los de Lopetegui que, además, fueron perjudicados por el arbitraje. Gil Manzano señaló un penalti inexistente a falta de 15 minutos que dejó al Sevilla tocado, sin capacidad de reacción y desquiciado desde el banquillo. No empieza con buen pie y las miradas se dirigen a Mochi a partir de ahora.
OSASUNA: Sergio Herrera; Rubén Peña (Darko 62′), Unai García (Manu Sánchez 78′), David García; Juan Cruz; Moncayola, Torró, Aimar Oroz (Rober Ibáñez 81′); Kike Barja (Nacho Vidal 56′), Chimy Ávila (Kike García 81′), Moi Gómez. SEVILLA FC: Estará formado por Bono, Navas, Gudelj, Rekik, Acuña, Fernando, Delaney (Rakitic 80′), Papu Gómez (Iván Romero 80′), Ocampos (Alex Telles 80′), Tecatito (Lamela 63′) y Rafa Mir (En-Nesyri 63′). GOLES: 1-0 (9′) Chimy Ávila; 1-1 (11′) Rafa Mir; 2-1 (74′) Aimar. Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño). Amonestó a David García, Unai García, Chimy Ávila, Papu Gómez. Moi Gómez e Iván Romero. Incidencias: Estadio El Sadar ante 30.000 espectadores El Number 1 del partido: Papu Gómez La vida sigue igual en el Sevilla o quizá, peor. Y no sorprende. El equipo sevillista ha disputado este primer partido de liga mermado en su plantilla. Sin la pareja de centrales sobre la que se erigía este equipo, el conjunto de Lopetegui deja ver mucho más sus carencias. Se notó especialmente en la primera mitad, donde Osasuna hizo mucho daño siendo simplemente Osasuna. A base de centros laterales el conjunto rojillo ahogó al Sevilla, que apenas conseguía salir desde atrás por la presión rival. Solo cuando el balón le llegaba al Papu salía algo positivo de las botas hispalenses, que, sin embargo, si pareció generar más peligro de lo habitual. Llegó pronto el tanto local de un centro lateral perfecto que consigue ganar la espada de Gudelj, que demuestra que no está para partidos exigentes. El Sevilla consiguió reponerse empatando casi a la jugada siguiente con un buen gol de Rafa Mir que salió de las botas del único hombre que buscaba algo diferente, el Papu. A partir de ahí, el encuentro se igualó hasta el descanso, aunque Osasuna seguía haciendo daño de la misma forma. Sorprendió que Lopetegui no corrigiera las alturas ni variara la presión ante la inoperancia de la misma.
Los primeros minutos del segundo periodo fueron un espejismo. Osasuna bajó su presión, lo que le permitió al Sevilla instalarse más en campo rival, pero se esfumaría pronto. Los locales volvieron a hacerse con el partido desde el dominio de la segunda jugada y los centros laterales. Sufrió mucho el Sevilla defendiendolos, especialmente cuando el balón se quedaba en la frontal. No consiguió ajustar ese déficit en todo el partido. Lo único positivo del Sevilla venía cuando encontraba los espacios. Se vio un equipo más vertical de lo normal e incluso tuvo dos ocasiones infructuosas pero que vislumbran algo diferente en el ataque nervionense. Pero fueron brotes verdes muy minúsculos, pues el juego del equipo con balón seguía rezumando los mismos problemas que la temporada pasada. Y, para colmó, tocó perjuicio arbitral. Gil Manzano señalaba penalti de Papu por supuestamente controlar un balón con la mano, aunque en ninguna repetición se ve claro. También pudo pitar un contacto de la mano del argentino en la cara del jugador rojillo, pero cualquiera de las dos acciones sería insuficiente para señalar pena máxima. No lo vio así el colegiado, Osasuna anotó y el Sevilla se fue del partido. Incluso Lopetegui pareció darlo por perdido. La reacción del equipo fue nula, los cambios, inexplicables (sacar al Papu en ese contexto es difícil de explicar) y la imagen con la que terminó el Sevilla el encuentro señala a muchos tanto dentro como fuera del campo. Urge tocar cosas en lo deportivo y conseguir fichajes que palien las numerosas deficiencias del equipo. Hay tiempo y seguro que se conseguirán tapar lo mejor posible, pero ya se han perdido tres puntos que no volverán. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC
