El Sevilla FC perdió en su visita a Salzburgo y queda eliminado de la máxima competición europea. Solo le valía ganar y no supo meterle mano a un serio equipo austriaco. Controló gran parte de la primera mitad y Munir tuvo la ocasión más clara del encuentro para adelantarse, pero los locales se adelantaron a la jugada siguiente. Una expulsión de Jordán minutos después certificó la eliminación. Toca la Europa League.
SALZBURGO: Kohn; Kristensen, Onguéné, Solet, Ulmer; Camara, Aaronson, Seiwald, Sucic (Capaldo 75′); Okafor (Adamu 84′) y Adeyemi (Sesko 66′). SEVILLA FC: Bono; Montiel (Rekik 68′), Koundé, Diego Carlos, Augustinsson (Rafa Mir 53′); Fernando, Joan Jordán, Rakitic (Óliver Torres 68′); Ocampos, Papu Gómez (Óscar Rodríguez 68′) y Munir. GOLES: (50′) Okafor 1-0 ÁRBITRO: Slavko Vincic (Esloveno). Amonestó a los locales Onguéné y Ulmer; y a los visitantes Augustinsson y Joan Jordán. Expulsó, por doble amarilla, al sevillista Joan Jordán (63′). INCIDENCIAS: Stadion Salzburg sin espectadores NÚMERO 1 DEL SEVILLA FC: Fernando El Sevilla ha quedado eliminado de Champions League en uno de los grupos más sencillos que ha tenido en los últimos años. Cierto es que no había ningún rival de bajo nivel, pero tampoco ninguno que fuera superior a este equipo de Lopetegui. Esa era la teoría, pero la práctica ha sido bien distinta. Incapaz de ganar fuera de Nervión y con solo 6 puntos es imposible optar a nada. Se ha merecido este fracaso. Porque no hay que esconder la realidad. El club hispalense presupuestó llegar hasta cuartos de Champions League y no va a poder disputar siquiera los octavos. La ambición en el club era alta, pero también alta ha sido la caída. El primer paso será reconocerlo y, el segundo, poner toda la carne en el asador por lo que queda de temporada. Mal haría el Sevilla en quedarse en el camino. Lopetegui debe levantar al equipo a la de ya.
No salió mal al frió y desolado estadio austriaco el conjunto de Lopetegui. Fiel a su idea de juego, buscó estar ordenado y superar a través del pase la presión del Salzburgo. Lo conseguiría en muchas ocasiones, pero sin la profundidad suficiente para dañar a su rival. Montiel estuvo muy anclado y la baja de Acuña se notó mucho. Solo con un enorme Ocampos conseguía llegar a campo rival, pero sería insuficiente. En la segunda mitad sería cuando iba a llegar el jarro de agua fría. Munir iba a fallar una ocasión de cabeza cantada e inexplicable para que, solo dos minutos después, el Salzburgo se adelantara. Fue un mazazo que obligó a Lopetegui a reaccionar. Hizo cambios en el esquema el vasco situando a Ocampos de carrilero y ahí perdió mucho fuelle el Sevilla porque el argentino estaba siendo el mejor. La entrada de Rafa Mir también fue insulsa, pues en ningún momento inquietó lo más mínimo. Sin embargo, el encuentro se iba a acabar con una contra que Jordán decide parar teniendo tarjeta. Le costaba la segunda y dinamitaba toda opción sevillista, que, a partir de ahí, bajó los brazos. Ni siquiera probó al meta del Salzburgo y los cambios con inferioridad tampoco se hicieron ver. Una derrota dura que debe ser bien analizada. El Sevilla ha pegado un auténtico petardazo y le va a tocar reaccionar si no quiere que le pase factura. Ya habrá tiempo de pensar en las consecuencias, pero este resultado afectará a las ventas del próximo verano salvo que los nervionenses acaben levantando plata. La séptima Europa League llegaría en el Sánchez Pizjuán, pero hoy el sevillismo no piensa en eso. Toca tragar veneno y decepción. Por : David Ruiz Fotos : Sevilla FC
