El Sevilla FC volvió a caer por segunda jornada consecutiva y consuma uno de los peores momentos de los últimos años. Con un solo punto de doce posibles la figura de Lopetegui está más que cuestionada, pero el problema es mucho mayor. El Barça no encontró rival salvo unos primeros 20 minutos donde el empuje y el ritmo sevillista sí funcionó, pero sin gol y con debilidad atrás, es imposible.
SEVILLA FC: Bono; Montiel (Suso 64′), Gudelj (José Ángel Carmona 46′), Nianzou, Acuña; Fernando, Joan Jordán (Delaney 46′), Rakitic; Isco (Papu Gómez 70′), Lamela y En-Nesyri (Dolberg 56′). FC BARCELONA: Ter Stegen; Koundé, Araujo, Eric García (Sergi Roberto 54′), Balde (Jordi Alba 63′); Busquets, Pedri (De Jong 63′), Gavi; Dembélé (Ferrán Torres 63′), Raphinha y Lewandowski (Ansu Fati 74′). GOLES: 0-1 (21′) Raphinha; 0-2 (36′) Lewandowski; 0-3 (50′) Eric García Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Amarillas Joan Jordán, José Ángel Carmona, Dembélé, Balde, Araujo y Sergi Roberto. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 40.000 espectadores El Number 1 del partido: Carmona Cuando un proyecto se tambalea tanto es que tiene más de un culpable. El club hispalense decidió darle continuidad a un entrenador que, si bien lo intenta, no parece dar con la tecla. Además, el mercado de fichajes no está consiguiendo paliar los problemas de un equipo que sufre atrás, en el centro del campo cuando le toca defender y arriba. Sigue con una falta de pegada alarmante, no solo de delanteros. Porque los primeros 20 minutos del Sevilla fueron positivos, pero como al igual que ante Almería y Valladolid, el equipo se acaba cayendo al mínimo golpe. Si ese problema es recurrente es porque psicológicamente el equipo está hundido y si, además, no consigue sobreponerse, es porque desde el banquillo no se aportan las soluciones. El Sevilla duró hasta que quiso Lewandowski. Un delantero de demasiados quilates.
No se terminó de entender bien lo que quería Lopetegui en el inicio de partido, pero funcionó. Situó un 4-4-2 en rombo en ataque que conseguía girar mucho al Barça. Llegó con peligro en muchas ocasiones, tuvo varios mano a mano, aunque en fuera de juego, y una clarísima de En Nesyri que sigue negado con el gol y que tuvo sus más y sus menos con la grada al ser sustituido en la segunda mitad. El déficit del planteamiento y del cambio de sistema estuvo en el riesgo defensivo y eso, ante un equipo como el Barça, se suele pagar alto. No adelantarse cuando pudo fue fundamental. El conjunto de Xavi consiguió ponerse por delante dos veces e incluso pudo una tercera antes del descanso, castigando así duramente la falta de pegada hispalense. Ahí acabaría el partido para los locales. Lopetegui tocó el banquillo a la salida de vestuarios pero Eric García haría el tercero nada más empezar la segunda mitad, echando por tierra cualquier intento de reacción. Acciones aisladas, jugadas individuales y poco más. Debutó Dolberg, aunque apenas la tocó, pero el que más destacó de los cambios fue Carmona, el canterano. Cortó varias jugadas de peligro y mostró una verguenza torera que pocos demostraron en el verde. Ahora llega el Manchester City en Champions y pocos son los que confían en algo positivo. Se firma no salir trasquilado como hoy y poder llegar al partido ante el Espanyol con una mentalidad algo más positiva. La papeleta es muy difícil. Primero para Lopetegui, que tiene las horas contadas, y después para el propio club. Con Monchi como uno de los principales señalados y la gestión de Castro por detrás, este Sevilla anda perdido y sin rumbo. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: QUICO PÉREZ-VENTANA
