El Sevilla FC se complica seriamente su clasificación a octavos de Champions tras caer en casa ante el Lille. Los franceses fueron mejores, especialmente a raíz del minuto 20 de la primera parte, donde fueron anulando poco a poco a los locales hasta que la precipitación se acabó apoderando de ellos. Depende de sí mismo para estar en la siguiente ronda, pero tiene que ganar obligatoriamente los dos encuentros que le quedan.
SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas (Montiel 65′), Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Delaney (Jordán 57′), Óliver Torres (Munir 72′); Suso (Lamela 57′), Ocampos y Rafa Mir (En-Nesyri 57′). LILLE: Grbic; Celik, Djaló, Fonte, Reinildo Mandava; André, Renato Sanches (Onana 75′); Weah (Yazizi 72′), Ikoné, Bamba; y Jonathan David (Xeka 86′). GOLES: 1-0 (14′) Ocampos; 1-1 (43′) David, de penalti; 1-2 (51′) Ikoné. ÁRBITRO: István Kovács (Rumano). Amonestó a Delaney, En-Nesyri, Acula, Renato, Bamba, Ikoné, André, Ocampos, Montiel, Xeka, Grbic, Diego Carlos. INCIDENCIAS: Ramón Sánchez Pizjuán ante 35.000 espectadores NUMBER 1 DEL SEVILLA: Fernando Jarro de agua helada en el Ramón Sánchez Pizjuán. Noche de esas que gustan en Nervión, de las que equipo y afición siempre son uno y donde la victoria no se negocia. Era la típica noche de ensueño de la bombonera que acabó siendo de pesadilla. El Sevilla se complica la vida tras caer ante el vigente campeón francés, que le superó claramente tras hacer una gran segunda parte en el templo nervionense. El Sevilla empezó bien, con un doble pivote formado por Fernando y Delaney que cerraba perfectamente cualquier línea de pase interior. Lopetegui sabía de la velocidad al contragolpe de los franceses y lo leyó bien para dominar el primer tramo del encuentro. Los locales estaban cómodos y se iban a encontrar con un tanto de Ocampos tras un disparo rechazado de Rafa Mir. Vibraba Nervión, pero sería una alegría ilusoria.
Porque el gol no sentó bien a los hispalenses. Los de Lopetegui se echaron atrás, defendieron en un bloque medio-bajo que le dio alas al Lille para crecer en el partido. Y lo iba a conseguir, pero de la manera más absurda. Delaney soltaba el brazo en el área en una jugada sin ningún peligro, lo veía el VAR y señalaba penalti. Jonathan David lo transformaba y el runrun recorrió las gradas nervionenses. Y a punto estuvo el Lille de ponerse por delante antes del descanso. Ikoné tendría un mano a mano que salvaría Bono y que le daba respiro a un Sevilla perdido. El descanso parecía ser la mejor opción, pero la segunda mitad iba a ser nefasta. Los franceses salieron con autoridad, encerraron al Sevilla con dos acciones ofensivas y a la tercera encontraron el tanto. Esta vez Ikoné no iba a fallar. Un tanto que silenciaba el Sánchez Pizjuán. Porque a partir de ahí el Sevilla desapareció. La precipitación iba a ser la constante en un equipo que tiraba más de corazón que de juego y eso el Lille lo supo anular a la perfección. No estuvo tampoco acertado Lopetegui con la dirección de partido, que terminó por ahogar a un equipo que no sabía cómo hacer daño a su rival. Apenas se inquietó la meta francesa y se dispuso más de media hora de juego para ello. La derrota deja muchas dudas en Nervión, que visitará al Betis en unos días, pero sobre todo señala a varios miembros de la plantilla que no estuvieron a la altura un día clave. Mal Delaney, que de nuevo fue protagonista con un error infantil, mal Rafa Mir, negado en cada acción, y mal Lopetegui, que transmitió ese nerviosismo a su equipo cuando debía lanzar un mensaje de calma y confianza. Navas tuvo que marcharse lesionado, por lo que los problemas crecen en un Sevilla que no termina de tomar la senda de la regularidad. De momento el equipo está muy por debajo de lo esperado en Champions, pero aún tiene opciones. Con 9 puntos estará matemáticamente en la siguiente ronda, pero eso le obliga a ganar los dos encuentros que restan y esa presión no está sabiéndola gestionar. En un mes se juega todo. Twitter: DAVID RUIZ @DavidRM19 Foto: SEVILLA FC
