David Ruiz

Sevilla FC 2 – 1 Juventus – El rojo siempre sale ganador

Escrito por David Ruiz. Creado en Sevilla FC

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El Sevilla FC volverá a disputar una final de Europa League, la séptima en su historia. Los de Mendilibar tuvieron que remontar a una buena Juventus y lo hicieron con un fútbol reconocible, vertical y que dominó a su rival durante muchos minutos. Suso y Lamela son los héroes de una noche mágica, inolvidable, donde la afición hispalense volvió a estar a la altura para demostrarle a Europa que aquí, en el Ramón Sánchez Pizjuán, solo existe un color.

 

SEVILLA FC: Bono, Jesús Navas (Papu Gómez, min. 106), Badé, Gudelj, Acuña, Fernando, Rakitic, Ocampos (Lamela, min. 70), Óliver Torres (Suso, min. 62 (Rekik, min. 118)), Bryan Gil (Montiel, minuto 100) y En-Nesyri.

JUVENTUS: Szcesny; Danilo, Locatelli, Gatti, Cuadrado (Rugani, min. 106), Iling Jr., Fagioli (Paredes, min. 41), Rabiot, Bremer, Di María (Chiesa, min. 64) y Kean (Vlahovic, min. 64).

GOLES: 0-1, minuto 65: Vlahovic; 1-1, minuto 71: Suso; 2-1, minuto 95: Lamela

Árbitro: Danny Makkelie, de la federación neerlandesa. Amarillas para Kean, Danilo, Suso y Lamela. Doble amarilla para Acuña (min. 115).

Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 42.000 espectadores.

El Number 1 del partido: Lamela

Lo volvió a hacer, el Sevilla FC lo volvió a hacer. Y es que se hace imposible pensar en Europa League y no ponerle de apellido el equipo más grande de la competición. El equipo que demuestra que nadie la quiere como él, que la mima, la entiende. Jugará su séptima final europea en apenas diez días, se dice pronto, y lo hará gracias a dos nombres propios que estuvieron muy presentes en la noche de hoy.

El primero de ellos fue Mendilibar, que se ha ganado a pulso su renovación. Desde su llegada el equipo es otro. O, quizá, el mismo pero reforzado mental y físicamente. El vasco ha dotado de simpleza táctica a un equipo con la calidad suficiente para poder con todo a través de la unión y la creencia en la idea de su entrenador. Hoy se comió a la Juventus, a toda una Juventus, y fue capaz de remontarle un resultado en contra.

El otro protagonista fue la afición. De nuevo, como en la eliminatoria frente al United, jugó como jugador número 12. Teñida de rojo, la afición insistió en dejar patente su huella sin parar de animar y apoyar durante los 120 minutos de encuentro. Los jugadores se aprovecharon de ello, reforzaron mente y cuerpo para salir adelante, aguantar de pie y dar la puntilla a un equipo que tiene más de 70 títulos.

Porque se dice fácilmente, pero el Sevilla ha conseguido tumbar a un equipo especialista en eliminatorias y en Europa. El equipo más laureado de Italia, el más competitivo, cayó en la lona del Sánchez Pizjuán. Y lo hizo justamente, pues a pesar del claro peligro que los de Allegri mostraron durante la eliminatoria, fueron minimizados por un Sevilla más dominador. Metió a los italianos en su campo durante casi todo el encuentro. 

Durante la primera mitad la Juve demostró que su plan era estar bien replegados y salir a la contra. El Sevilla aceptó ese papel y decidió ir a dominar. Lo consiguió, pero sin encontrar el premio del gol pese a las numerosas oportunidades, centros y jugadas polémicas, como unas manos de Rabiot y un penalti no pitado a Óliver de Cuadrado. La Juve también encontró buenas transiciones y aceptó también el ritmo alto que proponía el Sevilla.

Fue una gran primera mitad que tuvo de todo menos goles, lo que sí iba a tener la segunda. El Sevilla seguía en su plan dominador en busca de centros laterales, pero la Juve estaba sólida ahí. Los tres centrales Juventinos y su portero rindieron a gran nivel y evitaron lo que, sin duda, habría sido una goleada hispalense. Pero si este equipo se caracteriza por algo es por su pegada. Necesita poco para marcar y en una buena contra anotaron el primero.

Su autor fue Vlahovic, que acaba de salir al césped. Aprovechó una indecisión entre Gudelj y Badé, que no estaba al 100%, para picarla por encima de Bono. A otro equipo lo hubiera hundido, pero hablamos del Sevilla FC y de la Europa League. No existe rendición. Mendilibar daría entrada a los que serían los dos héroes de la noche. Uno de ellos fue Suso, que llegaba arriesgando una lesión, pero que salió decidido a bailar y comerse a la Juventus.

En tan solo unos minutos su presencia ya había aglutinado gran parte del ataque sevillista, hasta que decidió sacarse un zurdazo imparable que hacía vibrar Nervión. Lo más difícil se había conseguido, empatar a un mastodonte como la Juve. Quedaba la guinda, pero esta vendría en la prórroga, pues, aunque el Sevilla insistió en encontrar el segundo en los minutos finales, la Juve achicó agua y aguantó.

Todo hacía presagiar que los italianos llegarían más enteros a la prórroga, pero lo cierto es que el Sevilla no notó la falta de aliento en ningún momento. La Juventus siguió generando peligro al contragolpe, pero ahora la pegada le sonrió al equipo local. Bryan Gil se sacaba un centro lateral medido que Lamela, con un soberbio cabezazo, mandaba a la red. El Sevilla estaba ya en la final, solo había que resistir y Nervión se puso manos a la obra.

Con la Juve volcada en busca del empate se llegó a la segunda mitad de la prórroga, donde las piernas ya pesaban pero no la fuerza mental. El Sevilla se mantenía firme y eso minó a una Juve que empezó a dudar. Resistían bien los de Mendilibar hasta que en una jugada absurda Acuña iba a ser expulsado por perder tiempo. El colegiado, que no recordaba que amonestó ya al argentino, le sacó la segunda por no lanzar un saque de banda.

La jugada fue extraña y el lamento por no poder contar con Acuña en la final resonaba en las mentes sevillistas, pero tocaba lo que tocaba: 4 minutos de defensa numantina y en inferioridad ante la todopoderosa Juve. No solo aguantó bien el Sevilla, sino que gestionó de maravilla unos minutos donde los nervios y la precipitación juegan malas pasadas. Se llama poso competitivo, se llama grandeza. Una grandeza que vuelve a abrazar a los fieles de Nervión.

Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm

Fotos: Q. Pérez-Ventana (@perezventana)