No ha sido un año regular para el Sevilla FC pero eso sí, tras un comienzo de temporada titubeante y más que preocupante, despide este año con optimismo, algunas dudas y una buena clasificación.
Año como diría el padre del famoso Juliio Iglesias «raro, raro» ya que el conjunto nervionense ha sido capaz de alcanzar la cima para caerse poco después y viceversa, todo ello en intensos 365 días que han dado mucho de sí. El año lo comenzó mal, después de ver como transcurridos los primeros seis meses del mismo el equipo no lograba su objetivo de forma directa, sino gracias a rebotes y más rebotes. Entraba en Europa pero sin ese sabor dulce de años anteriores y una afición acostumbrada a lo bueno no llegaba ni a celebrarlo, después de ver como incluso el Betis entraba de forma directa, con lo que eso duele en una ciudad como Sevilla. Trocaba por tanto cambiar, y en este inicio de temporada se hizo lo preciso para ello.
Pero los fichajes no daban el fruto apetecido y el Sevilla se mostraba excesivamente irregular lo que le llevó a puestos muy comprometidos y que hacía años luz que no visitaba. Además las caprichosas decisiones de Unai Emery hacía que las dudas aumentaran a media que avanzaban los meses, haciendo que el fantasma del curso anterior volviera a aparecer. Y para colmo estaba el adiós esperado por otra parte de Del Nido a la presidencia por su condena a siete años de cárcel. Pero cuando peor estaban las cosas, el Sevilla FC resurgió, creció en Europa pasando a la siguiente fase y lo más importante, fue capaz de mostrar en la Liga su mejor versión para afianzarse en los puestos altos y acercarse de forma más que positiva a los puestos europeos, lo que de paso sirvió para enmascarar una vergonzosa eliminación en la Copa del Rey ante un Racing de Santander, de Segunda B. Pese a ese KO, el Sevilla despide el 2013 con buena nota. Twitter: @tara11ara