Tras el fracaso que ha supuesto la presente temporada del Sevilla y sabiendo ya que el equipo no se clasificará para disputar competición europea alguna, se está produciendo una corriente pesimista que se basa en la idea de que la obligada reducción del presupuesto del club abocará al mismo a seguir con la decadencia que lleva en las últimas dos o tres temporadas. Y eso no tiene por qué ser así, al menos en mi opinión.
Es evidente que la plantilla va a necesitar una reestructuración (que no revolución o catarsis, según el presidente). Dicha reestructuración, por motivos económicos evidentes, se tendrá que basar en reducir de un modo importante la masa salarial, es decir, contar con jugadores que cobren menos. Eso se puede asociar con tener peores futbolistas en el plantel y que ello sea sinónimo de la decadencia de la que hablaba antes. Pero, insisto, no tiene por qué ser así. El Sevilla ha contado con una plantilla digamos que cara en las últimas temporadas, pero los resultados no han sido del todo satisfactorios. Bueno, en esta última han sido manifiestamente decepcionantes. Sin embargo, hemos sido superados por equipos con planteles mucho más baratos. Y no por uno que pudiera considerarse como el clásico equipo revelación, sino por varios: Levante, Mallorca y Osasuna acabarán por encima nuestra casi con toda seguridad. Y Getafe, Betis, Español y hasta Rayo Vallecano se han estado codeando con nosotros, aunque este último haya decaído bastante al final. Esto es algo que me llama la atención y que me hace pensar que igual el mundo de fútbol está evolucionando. Que hoy día prima más el tener un buen conjunto que el contar con magníficos jugadores. Por supuesto, un buen conjunto de magníficos jugadores sería lo ideal, pero eso lo tiene el Barça y muy pocos clubes más. Sin embargo, es mejor un equipo unido formado por jugadores medianos que un equipo quebrado, por muy buenos que sean sus integrantes. Por tanto, creo que por ahí deben ir los cambios (que no catarsis o revoluciones, según el presidente) que debe acometer el Sevilla para la próxima temporada. Crear un EQUIPO aprovechando lo aprovechable que tenemos ahora y metiendo savia nueva. No jugadores nuevos, magníficos y caros que, como se suele decir, mejoren lo que hay en el puesto en cuestión, sino jugadores lo bastante buenos para jugar en Primera que aporten más que los actuales para crear un conjunto competitivo. Pero competitivo de verdad. De ese modo, si se trabaja bien, la bajada de presupuesto no deber ser excusa para conseguir tal propósito. El equipo que ganó títulos en cascada no estaba formado por jugadores caros y cotizados (esas características las adquirieron a partir de dichos títulos), sino por gente sencilla y hambrienta de éxito que crearon un conjunto que se convirtió casi en imbatible. Conocemos el camino, ya lo hemos recorrido. Creo que ahí está la clave. Por tanto, teniendo en cuenta lo bueno que viene apretando desde lo escalafones inferiores, lo aprovechable que sin duda hay en la plantilla y la experiencia que tienen en estos menesteres los que tienen que llevarlos a cabo, pienso que podemos dejar a un lado el pesimismo. Siempre que los que mandan y deciden reconozcan sus errores y se pongan manos a la obra. Si esto último no se produce, nada de lo que he dicho tendrá ningún valor. Twitter: @Ravesen_