El Sevilla FC venció de forma clara aunque sin mucho brillo en su primer encuentro de Copa del Rey. La superioridad hispalense fue notoria durante todo el partido pese a encontrar el segundo tanto el los últimos 5 minutos. El Velarde no probó a Dmitrovic, lo que sirvió para que el equipo pudiese reflejar el trabajo que quiere Sampaoli a partir de la semana que viene.
VELARDE CF: Manrique (Rubén Ortiz 84′); Solano, Miki, Sergio, Güemes; Jorge Gómez, Lolo (Jaime 76′); Borja Menaut, Joako (Beni 54′), Saldaña (Santi Gómez 76′); y Ndiogou Sene (Incera 54′). SEVILLA FC: Dmitrovic; Montiel (Jesús Navas 60′), Nianzou, Gudelj, Kike Salas; Joan Jordán, Rakitic (Fernando 74′), Óliver Torres; Suso (Lamela 74′), Isco (Januzaj 60′) y En-Nesyri (Rafa Mir 54′). GOLES: 0-1 (30′) Nianzou; 0-2 (90′) Rafa Mir Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). No mostró tarjetas. Incidencias: 4.000 espectadores en el Estadio Municipal de La Maruca de Muriedas (en Camargo, Cantabria) El Number 1 del partido: Jordán El resultado tan corto puede engañar. El Sevilla fue amo y señor del encuentro y mereció un premio mucho mayor. No sufrió, como era de esperar, y aprovechó el encuentro (más bien el entrenamiento competitivo) para sentar las bases que quiere Sampaoli. Un Sevilla que juega en campo contrario, que dibuja muchas líneas de pase a diferentes alturas y que recupera rápido tras pérdida.
Evidentemente estos contextos no siempre los encontrará en el máximo nivel, pero Sampaoli tiene la firme idea de intentarlo. Desde luego le va a ser difícil con la plantilla actual, que denota muchos problemas, pero, al menos, consiguió completar todo un partido bajo su sello amateurista. Además, pudo tener minutos Fernando, jugador capital que servirá para que el Sevilla salga de la quema tras el Mundial. Futbolísticamente el partido no tuvo mucha historia. El Sevilla, desde un buen juego de posición, se asentó en campo contrario desde el minuto 1 e intentó el gol desde todas las facetas posibles. Solo Nianzou anotaría uno de los muchos acercamientos sevillistas, pero las acometidas fueron constantes. Sampaoli no se guardó nada en busca de que todos los jugadores importantes sigan teniendo ese papel. La segunda parte si fue más sesteante. El propio Sevilla se aburrió de saber que su rival se olvidaba de atacar y sólo tenía que ser paciente para aprovechar el momento. Pecó en exceso de paciencia, lo que llevó al desasosiego y, quizá, a la incertidumbre en los minutos finales, pero lo cierto es que en ningún momento se vio que el Velarde fuera siquiera capaz de armar un ataque de peligro. Rafa Mir haría el segundo con un centro de Navas que recordó a los que solía hacer en su juventud. Así cerró el partido un Sevilla que tiene trabajo por delante y que cuenta ya los días para ponerse de nuevo el mono de trabajo. Hay que tocar muchas teclas, El mundial servirá para ello, también para despejar la mente y comenzar a crecer en la idea de juego. Mirar atrás ni para coger impulso. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC