Y por fin llegó el lobo

Escrito por Rafael Sarmiento. Creado en Number1 opina, Sevilla FC

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En el año 2007, por motivos de trabajo, yo tenía mucho trato con directores de sucursales bancarias. Y la mayoría coincidía en un argumento: la burbuja inmobiliaria en la que vivíamos entonces tenía que estallar en algún momento. Que no les engañe nadie, lo que está ocurriendo de unos años a esta parte, se sabía que iba ocurrir, no es ninguna sorpresa.

Ese mismo año, el Sevilla cerraba la que ha sido, seguramente, la operación más ruinosa en toda la historia del club. Aquel verano se fichó a Arouna Koné por 12 millones de euros, la mayor cantidad pagada nunca por el Sevilla por un jugador (hasta entonces). El resultado de aquel fichaje fue un horror por varios motivos, en especial por la mala suerte que tuvo el futbolista con las lesiones y por el poco respeto que mostró hacia el club que le permitió renacer como futbolista, (evitando con malas artes renovar el contrato, lo que hubiera servido para recuperar parte del ingente desembolso que se hizo por él). Pero a nadie se le escapa (y el propio José María Cruz así lo expresó) que realizar la mayor inversión de la historia del club por un jugador en cuya demarcación se tenía a Kanouté y Luis Fabiano fue un lamentable error. Error cuyas consecuencias más graves tuvieron lugar cuando ya no eran épocas de bonanza y el (mucho) dinero perdido hubiera venido muy pero que muy bien.

Esta de la que hablo fue la peor de las peores, pero posteriormente hubo otras muchas operaciones ruinosas para la entidad. No estamos como estamos por gusto, sino por hacer inversiones exageradas en futbolistas no aptos para el nivel que se exigía. De haber entrado año tras año en Liga de Campeones, no habría habido problemas. Pero las plantillas no dieron para eso, y de aquellos polvos, estos lodos. El mismo presidente lo ha reconocido: la plantilla está sobrevalorada. Lleva años estándolo. Ahora hay que recular y reestructurarla, económica y deportivamente.

Pero, igual que hablaba al principio de la crisis en general, esto se veía venir desde hace tiempo. Y no solo el hecho de que las plantillas estuviesen sobrevaloradas, sino de que el buen hacer económico iba a ser fundamental porque la UEFA estaba empeñada en imponer una forma de hacer las cosas que en 2007 no tenía nombre (aunque ya existía la idea) y que hoy se llama “fair play financiero”. Hemos de reconocer que la directiva del Sevilla ha obrado de buena fe en el sentido de respetar esta forma de hacer las cosas que la UEFA trata de imponer. Se han equivocado en los fichajes, han planificado verdaderamente mal, incluso han pecado de soberbios al no querer reconocer sus errores, pero siempre han tratado de mantener unas cuentas, si no cuadradas, sí al menos razonablemente saneadas. No como otros clubes, los cuales han llegado a tener que entrar en concurso de acreedores. Y yo hace tiempo que vengo defendiendo que esta forma de hacer las cosas, tarde o temprano, redundaría en nuestro beneficio. Que no podíamos hacer como otros clubes contra los que nos jugábamos los objetivos, sino que era imprescindible tener la cabeza fría y no gastar más de lo que nos podíamos permitir. Insisto, la directiva se ha equivocado en muchas decisiones a la hora de planificar y fichar, pero no en el modelo de gestión.

Pues bien, lo que tanto he defendido, al fin se ha cumplido. Tanto decir que viene el lobo, y el lobo, por fin, ha llegado. Este año, el Sevilla ha hecho una mala temporada, resultado de ese mal hacer que probablemente empezó con el lamentable error de Koné y que se ha ido agravando posteriormente con otros fichajes, no tan ruinosos, pero muy perjudiciales también. Pero como su modelo de gestión sí que ha sido bueno, pues nos llevamos el premio. Obtenemos una plaza europea gracias a eso. Y esto, señores, yo (igual que otros muchos) lo veía venir. Igual que la crisis en general, igual que el endurecimiento de las reglas financieras de la UEFA, el beneficio por llevar una gestión acorde con lo marcado desde Europa tenía que llegar. Y ha llegado.

El Sevilla ha hecho una mala temporada, pero, por favor, que ningún sevillista dude de que el club se merece la clasificación. Nos la merecemos porque hemos realizado unos esfuerzos durante años que otros han pasado de hacer (y ahora pagan las consecuencias). El Sevilla se ha empeñado en tener fondos propios, en acabar las temporadas con superávit, en vender buenos jugadores para que eso fuera posible, aun cuando tal cosa significaba debilitar la plantilla (y ya vemos cual es el resultado de ese debilitamiento). El Sevilla continúa este año por esa senda, el Sevilla ha dejado de fichar futbolistas (que han fortalecido a otros equipos) por considerar que no nos los podíamos permitir. Sí, lo sé, y a cambio les hemos pagado millonadas a otros que no han hecho nada. Totalmente cierto y por eso somos novenos y no cuartos. Y por eso hemos de traspasar a Navas y todos los que vengan a continuación. Y por eso somos muchos los aficionados que estamos bastante decepcionados con la labor de una directiva que tantas alegrías nos ha dado.

Pero no hablo de decisiones concretas, sino del modelo de gestión. Un buen modelo de gestión conlleva malos resultados si las decisiones son malas. Pero el modelo sigue siendo bueno. Y es ese buen modelo, que se lleva aplicando desde hace años, el que nos permite ahora jugar en Europa. La UEFA nos premia por ello y castiga al que no ha seguido sus directrices. Se pueden poner haciendo el pino en Málaga. Si en Málaga hubieran seguido nuestro modelo, no estarían castigados. En verdad, seguramente, tampoco se habrían clasificado para Champions el año pasado, ya no habrían podido fichar como ficharon. Es el premio al que hace (o trata de hacer) las cosas bien, algo que en nuestro país es tan difícil de ver. Somos así.

Por cierto, ¿se imaginan ustedes la que le habríamos formado a la directiva si nos excluyen de competición europea por tramposos, por no pagar? Eso también es grandeza, señores.

Twitter: @Ravesen_