Desde que llegó al banquillo de la selección española ha sido criticado, sus decisiones puestas en entredicho y señalado a cada momento. Pero a Luis Enrique no le preocupa, le va la marcha y sabe como tapar bocas…
Ser gracioso o caer en gracia, esa es la cuestión y a Luis Enrique, ni le va ni le viene. Cuestión de genes y el ADN del seleccionador nacional no lo cambió ni su santa madre como para que un grupo de periodistas y aficionados lo consigan. ¿Que su actitud es chulesca y atrevida? Bueno, ya lo era como jugador, no sólo cuando triunfó en Real Madrid y FC Barcelona, sino también en sus inicios en el Sporting de Gijón. Por tanto ¿a quién le sorprende esta historia ahora?
Partiendo de la base que a un servidor le cae bien Luis Enrique, ya lo dejé claro el pasado lunes en la tertulia de Radio Marca que dirige mi amigo Rafa Sahuquillo, creo que el seleccionador no necesita que nadie lo defienda porque ya sabe él hacerlo a la perfección, pero les dejo algunos argumentos de como sus actos le dan la razón, guste o no, caiga bien o mal, porque a mí me gusta la gente que diga lo que piense, las personas como Luis Enrique políticamente incorrectas y que llama a las cosas por su nombre.
El seleccionador es una persona atrevida y descarada, lo era como jugador y lo sigue siendo primero como entrenador y posteriormente como seleccionador. Para él no está hecho eso de defender, prefiere atacar, ir de cara, tocar y tocar pero para llegar, no para quedarse en el intento. ¿Que se fallan ocasiones? Perfecto, me quedo con lo positivo, creamos ocasiones y cuando hay ocasión, hay opción de gol.
A Luis Enrique le importa un bledo que un futbolista tenga 17 años, no llevar a ningún jugador del ‘intocable’ Real Madrid o prescindir de las ‘vacas sagradas’ porque él no entiende de jerarquías ni agradecimientos, vive el hoy y ahora, porque desgraciadamente la vida así se lo ha enseñado con el duro trance vivido en el plano personal. Es humano, sí señores, siente y padece y no dudó en decir adiós al apetitoso puesto de seleccionador cuando su familia le necesitaba.
Esa personalidad tan fuerte como criticada es la que le permite ser el líder de este grupo sin importarle ser el centro de las críticas si eso le hace quitar presión a los suyos. No dudó en apostar por Pedri en la Eurocopa pese a que todo el mundo lo veía una locura por su juventud. ¿Resultado? Pedri fue elegido el mejor jugador joven de la Eurocopa, pero nadie dijo nos hemos equivocado, el seleccionador tenía razón.
Una situación similar se ha vivido esta misma semana con la convocatoria del azulgrana Gavi, con 17 años y, para algunos, escasos 200 minutos en la élite como jugador del FC Barcelona. Algo importante para todos menos para el que debe importar, el seleccionador, que no dudó un instante en llamarle pese a que sabía que eso no sería aplaudido por la mayoría. Apenas dos días más tarde, el chaval calló bocas, convirtió críticas en aplausos, merced a su fútbol, su descaro y el partidazo completado en San Siro, el templo italiano y ante la actual campeona de Europa, con una victoria histórica de España.
Pero después de que España ganara a Italia, de que Gavi hiciera un partido espectacular, después del baño de España a la selección azzurra, vigente campeón de Europa que llevaba más de 30 partidos sin perder, de que el mundo se rindiera a nuestra selección y España vaya a jugar la final de la Liga de Naciones ante Francia… ¿Alguien ha reconocido públicamente su error? ¿Alguien ha dicho Luis Enrique sabía lo que hacía y los equivocados éramos el resto, los que criticábamos sus decisiones? ¿Alguien lo ha hecho? Tranquilos, ya se lo dio yo: No.
Luis Enrique ha demostrado que Pedro tiene un gran potencial, que Gavi no es futuro solo, sino también presente, que Laporte y Pau Torres pueden jugar juntos pese a ser opuestos, ya que ambos oxigenan la salida del balón. Que cuando las circunstancias mandan, Ferrán puede ser el 9 de España como demostró con sus dos goles a Italia, sumando ya 12 goles en 21 partidos. Que Sarabia tiene un papel importante pese a ser el perfil bajo de un PSG a golpe de talonario, o que Mikel Oyarzabal es indispensable.
Su gran personalidad le hizo apostar y defender a Morata en el Europeo a pesar de que la afición pedía a gritos que jugara Gerard Moreno que venía de golear en LaLiga y era el preferido. Morata respondió a la confianza cerrando la Eurocopa con tres goles en su haber pese a las críticas y estar mirado con lupa. Y la portería, donde la inestabilidad de De Gea, al que le ha pesado en exceso tener que suplir a Iker Casillas, junto a Arconada el mejor portero en la historia de la selección, hizo que el seleccionador apostara por Unai Simón, quien a pesar de errores como el cometido ante Croacia se mantuvo firme y seguro gracias así personalidad siendo a día de hoy el 1 de la Roja.
Argumentos más que suficientes y válidos que han hecho que Luis Enrique haya tapado bocas… sin necesidad de abrir la suya.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Diario de Segovia
