El Sevilla FC visita el Villamarín para enfrentarse a un Real Betis en gran momento y con la mente puesta en Europa. Las tornas han cambiado en la ciudad y es ahora el equipo verdiblanco el que tiene aspiraciones ambiciosas. En Nervión lo que más importa es el proyecto y este vendrá tras el derbi, que puede marcar la hoja de ruta. Quique Sánchez Flores tiene bajas en el centro del campo, pero no variará mucho su once tipo.
La vida en Sevilla se para con el derbi sevillano y este domingo no va a ser menos. La ciudad se viste de gala con la esperanza de que su equipo sea el vencedor y deja atrás una temporada que no ha sido la esperada para ambos conjuntos, especialmente el sevillista. Peleando por el descenso hasta casi el final y sin Europa el año que viene, toca empezar de cero en unos meses.
Es por eso que, tras este fraternal encuentro, el club sevillista empezará a marcar su futura hoja de ruta. Ese proyecto que tanta incertidumbre crea en la parroquia roja por las dudas en sus dirigentes y en Víctor Orta, cuyo mercado invernal ha sido nulo. Pero todas esas dudas surgirán cuando finalice el encuentro, que es la prueba de fuego para medir la fiabilidad del grueso de una plantilla que, sin duda, está ante su último derbi.
Jugadores que han ganado muchos derbis como Acuña, Navas, Ocampos, En Nesyri, Óliver Torres o incluso Jordán pueden tener su última oportunidad para decir adiós por todo lo grande. Es por eso que la conjura de la plantilla sevillista ha sido total. No es un partido más, es una final que se debe ganar. Los pesos pesados han tomado el mando, con Quique a la cabeza, y, ya sin la presión del descenso, no cabe otra cosa que dar una alegría a la afición.
El Real Betis llega mejor, con mejor despliegue de juego y una plantilla con algo de mayor fondo que la hispalense. Es lo que tiene tener un proyecto mucho más sólido, pese a que también necesite una vuelta de tuerca. Pese a ello, el Sevilla sabe que juega estos duelos mejor y que no suele irse mal parado. Bajo esa experiencia y serenidad deberá plantear un partido en el que sufrirá y donde el equipo verdiblanco lo pondrá muy difícil.
Quique seguirá apostando por lo que le funciona, pese a que ponga en segundo plano a jugadores que le darían más color al Sevilla, como Suso, Lukebakio, Mejbri o la posición de Ocampos. El argentino será el carrilero elegido en detrimento de un Acuña que no partirá de inicio salvo que su técnico se guarde un as bajo la manga. El resto, lo esperado, con la dupla atacante de gala, Ramos como comandante y un Nyland muy seguro.
Está por ver si el centro del campo lo conforman Agoumé y Soumaré, que no destacan por su fútbol propositivo, precisamente. Sea el once que sea elegido, el Sevilla saltará al Villamarín consciente de que su temporada necesita un acicate, pues la deuda con la afición sevillista es demasiado alta. Un derbi para resurgir, un derbi para mirar al futuro y sentir que el Sevilla FC volverá a la grandeza. En Nervión tienen ganas de conquista.
