David Ruiz

Sevilla FC 0 – 1 Cádiz CF – Obtuvo lo que buscó

Escrito por David Ruiz. Creado en Sevilla FC

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El Sevilla FC cayó en el Sánchez Pizjuán en un encuentro paupérrimo ante el Cádiz. Los de Quique apenas inquietaron en un partido que siempre estuvo de cara para los cadistas, que pudieron sentenciar mucho antes y que disfrutaron de una alfombra roja por parte de los jugadores sevillistas. La afición, abochornada, no dio crédito.

SEVILLA FC: Nyland; Jesús Navas (Juanlu, minuto 84), Badé, Sergio Ramos, Kike Salas, Acuña (Pedrosa, minuto 88); Soumaré, Agoumé, Ocampos (Mariano, minuto 84); En-Nesyri y Lukebakio (Suso, minuto 46).

CÁDIZ CF: Ledesma; Zaldua (Ocampo, minuto 80), Fali, Chust, Javi Hernández (Maxi, minuto 90); Sobrino (Juanmi, minuto 60), Escalante, Alcaraz, Robert Navarro (Alejo, minuto 80); Chris Ramos y Roger (Sergi Guardiola, minuto 60).

GOLES: 0-1, minuto 96: Sergi Guardiola.

Árbitro: Ortiz Arias, madrileño. Roja para el segundo entrenador del Cádiz. Amarillas para Ocampos, Javi Hernández, Acuña, Soumaré, Jesús Navas, Escalante, Agoumé y Kike Salas.  

Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 35.000 espectadores

El Number 1 del partido: Jesús Navas

El Sevilla ha decidido dejar de competir esta temporada. Tras confirmar la permanencia, los de Quique parecen ir por su cuenta, pensando más en el futuro individual que el colectivo y, claro, eso genera controversia. El encuentro perpetrado ante el Cádiz olió a chamusquina. Hizo todo lo posible por no ganar. Sin intención, sin tensión y con cambios extraños desde el banquillo que pusieron alfombra roja al encuentro cadista.

Y es que el Cádiz mereció irse al descanso por delante. Así habría sido si Chris Ramos no hubiese fallado una ocasión clamorosa que contó con una pasividad sorprendente de la zaga hispalense. El público presenció un espectáculo bochornoso que sería aún peor en la segunda mitad. En la primera, al menos, hubo intenciones en las botas de Lukebakio y alguna internada de Navas, que estaba disputando sus últimos minutos como sevillista.

El palaciego se marchó con lagrimas que se antojan a una clara despedida del club de sus amores. Aunque también pudieron ser de la vergüenza de ver cómo ese escudo era arrastrado para no buscar una victoria que, más que nadie, se merece su afición después de esta dura temporada. El primero que no quiso más fue Quique, que introdujo cambios tardíos y sospechosos como introducir a un Mariano muy perdido.

El Cádiz anotó un gol que el VAR anuló de forma incomprensible, de Badé en propia puerta, pero iba a acabar consiguiendo el tanto en la última del partido, con una zaga sevillista que de forma descarada desistió de interpretar situaciones ofensivas ni de poner una mínima y profesional resistencia al Cádiz. Guardiola anotó el tanto de la vergüenza hispalense e hizo rugir a una grada hastiada por el enésimo ridículo.

En el Sevilla ya piensan en el futuro, incluso sus propios jugadores y entrenador. Y todos miran lejos de Nervión. No hay rumbo ni parece que nadie a los mandos para transmitir lo que necesita una entidad como el Sevilla en estos momentos. Ha perdido idiosincracia, grandeza y, seguramente, nivel competitivo para los próximos años. Veremos de qué forma vuelve el Sevilla a ser el mismo. Igual no lo volvemos a ver en mucho tiempo.