Tú sí que vales

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TÚ SÍ QUE VALES. Por Juan Medrano.
Dicen que Sevilla es la ciudad donde la dualidad alcanza su máximo grado, como aficionado al fútbol lo he comprobado en la  persona de José Miguel González Martín del Campo.

En la etapa de futbolista de Michel, he tenido sentimientos contrapuestos, unas veces eras el contrario, cuando jugabas con la camiseta del Real Madrid donde solo advertía  defectos, esos que te hicieron un jugador poco querido por las aficiones contrarias. En Sevilla nunca gustó tu chulería castiza, tu arrogancia, tu soberbia o tu altanería, en esta bendita tierra somos sencillos, humildes o como solemos decir para resumir “buena gente”. Por el contrario, cuando vestías la zamarra española  he de reconocer que observaba en tu persona muchas virtudes: nunca te gustaba perder, sentías los colores, luchabas hasta la extenuación aunque por encima de todas destacaban cualidades de buen futbolista. Incluso recuerdo el último partido internacional que disputaste contra Éire en el Sánchez Pizjuán, donde me llamó poderosamente la atención tus ganas por convencer al seleccionador aun sabiendo que no confiaba en tu persona, ni en tu forma de entender el futbol.

Ahora me gustaría quedarme con tus excelencias y olvidarme de tus deficiencias, igual que cuando portabas en tu pecho mi escudo nacional, hoy en tu corazón llevarás el emblema de mi equipo en torno al cual se reúnen los sentimientos de una afición grande, señorial y respetuosa con los suyos que necesita volver a disfrutar como han sucedido estos años atrás  con un futbol creativo, de ataque, de posesión pero sin olvidar la defensa para  creer de nuevo que lo mejor está por llegar. Debes de tener en cuenta que tus éxitos serán los nuestros, ojalá volvamos a vivir noches mágicas donde Nervión rebosaba de ilusión y se vestía con sus mejores galas.

Al principio puedes sentir la sensación de indiferencia por parte de algún sector de la afición pero te aseguro que su postura es totalmente opuesta, el sevillismo aguarda con expectación y en silencio, te espera como cada abril en la Maestranza a los toreros noveles que han despuntando en el ciclo isidril de tu madrileña plaza de las Ventas y desea con toda su ansía poder decir ese ¡ole! de bienvenida  y de aceptación considerándote a partir de ese momento uno de los nuestro. Aquí, en este aspecto, somos muy diferentes a  tus paisanos donde su forma de ser es muy distinta, son menos abiertos a lo foráneo.


Necesitaba escuchar los fundamentos en los cuales se basa tu proyecto deportivo, el pasado martes percibí que tienes las ideas claras porque me da la sensación que conoces bastante al equipo, tal vez, llevaras varias jornadas esperando la posibilidad de sentarte en un banquillo grande, te delató que con un solo entrenamiento tengas claro el once inicial,  además de saber manejarte perfectamente en los medios de comunicación, no caíste como el anterior técnico en la trampa de compararte con Juande Ramos. Al principio intentaste buscar la cercanía con el aficionado recordando tu pasado en la selección y la importancia que los jugadores atribuían a la afición sevillana para poder conseguir sus victorias, llegando los futbolistas a postularse por esta ciudad como sede de sus partidos.

De la aparición en el programa “a balón parado” obtuve varias conclusiones. Destacando por encima de todas una frase que ha calado y ha llamado la atención: “dime que centro del campo tienes  y te diré que equipo tienes”. Personalmente me has ganado con esta máxima, en esta misma sección publiqué un artículo donde trataba sobre el mediocampo y la influencia en el equilibrio del equipo, en el recordaba como el Sevilla de los títulos se fundamentaba en una transición rápida de balón donde eran piezas claves Poulsen y Renato. Tienes claro la importancia de los futbolistas  y entiendes que sus logros serán los tuyos aunque guardando las distancias, es decir, un trato basado en el respeto y la cordialidad pero sin caer en el amiguismo. Hablaste de la flexibilidad de los sistemas adaptándolos a los jugadores y las circunstancias de cada momento, no te cerraste en un único esquema como en la etapa anterior, un entrenador tiene que tener soluciones para cada situación utilizándola en el momento adecuado y no dejando nada a la improvisación. Opinaste sobre la cantera donde mostraste todo tu apoyo, espero que en este apartado tu disertación no sea solo para la galería sino que veamos los frutos a corto plazo aprovechando el trabajo realizado en los escalafones inferiores donde hay suficientes mimbres para hacer un buen cesto.

Después de analizarlo todo  solo me queda emitir un primer juicio y realizando un símil con el programa televisivo de la cadena Telecinco.