Esta Liga está loca. El Real Betis con su victoria ante el Zaragoza pone al borde del abismo de Segunda al equipo maño y de paso se coloca más cerca de Europa y más lejos del descenso.
REAL ZARAGOZA (0): Roberto; Pablo Álvarez, Da Silva, Paredes, Obradovic; Micael (Dujmovic, 72), Apoño, Edu Oriol (Juan Carlos, 51); Luis García (Barrera, 59), Lafita y Aranda. REAL BETIS (2): Fabricio; Nelson, Paulao, Dorado, Nacho; Beñat, Cañas, Salva Sevilla (Matilla, 85); Jefferson Montero (Santa Cruz, 69), Jorge Molina (Pereira, 76) y Rubén Castro. GOLES: 0-1: Min. 41, Rubén Castro. 0-2: Min. 68, Rubén Castro. ÁRBITRO:Carlos del Cerro Grande, madrileño. Amonestó a los locales Da Silva, Edu Oriol y Apoño; y a los visitantes Salva Sevilla, Rubén Castro, Cañas y Beñat. NUMBER 1 DEL PARTIDO: Rubén Castro. A buen seguro que si a algún aficionado bético le llegan a preguntar dónde estaría su equipo a estas alturas de temporada, ninguno se atrevería a colocarle en la cómoda y desahogada situación en la que se encuentra en estos momentos. A sólo tres puntos de Europa, sí a una victoria de la Europa League, décimo segundo clasificado y con los mismos puntos que su vecino Sevilla, algo impensable hace tan sólo unos meses. La imagen que encabeza esta crónica, realizada por Pepe Mel al término del partido dice mucho de la unión que reina en este vestuario. Pero esta Liga está loca, muy loca y cualquier cosa puede ocurrir. Un Betis con muchos altibajos esta campaña, aunque con un nivel de juego bueno en el mayor porcentaje del campeonato, ve como su situación es mejor de lo esperada y además metiendo tierra de por medio con la zona baja cuyo descenso ya deja a seis puntos del Racing de Santander.
Además, con este triunfo consigue dejar prácticamente a borde del abismo y con pie y medio en Segunda a un histórico como el Zaragoza que complicado lo tiene en estos momentos para salir de una situación agónica con tan sólo quince puntos tras veintitrés jornadas disputadas. El Real Zaragoza comenzó llevando el peso del partido, de hecho fue el que dispuso de las mejores ocasiones para marcar, especialmente una que obligó a Fabricio a emplearse a fondo para evitar un gol que parecía cantado. Tras el paradón del meta bético, y con un conjunto verdiblanco bien plantado atrás, el equipo de Mel comenzó a asentarse, sin llevar el mando del partido pero sí al menos controlando las acometidas de los de Jiménez. El Zaragoza quería pero no podía y de paso veía como el Betis cada vez se iba haciendo dueño de la situación con el perfecto equilibrio que dan a este equipo futbolistas como Salva Sevilla o Cañas, que siempre responde de diez. Un despiste del equipo maño provocó que llegara el balón a Jorge Molina para que éste diera un pase magistral a su compañero en ataque Rubén Castro para que el canario marcara con gran frialdad, adelantando al Betis en los últimos minutos del partido. La historia del choque cambiaba, al Betis, que había planteado su partido como mejor le venía, le salía redondo ya que se marchaba al descanso por delante en el marcador y obligaba al equipo de Manolo Jiménez a echar el resto. Con la situación más que controlada el Betis daba la puntilla una vez más por medio de Rubén Castro su delantero más en forma, que hacía el dos a cero y dejaba el partido sentenciado. Twitter: @tara11ara
