EL FÚTBOL DE VERANO. Por Juan Medrano.
En estos tiempos que corren nos fijamos en la metamorfosis que ha sufrido la Liga Nacional de Futbol Profesional, nadie reconoce una competición manejada por ciertos grupos que solo buscan sus intereses. Cada día leemos en la prensa un nuevo conflicto que dificulta el entendimiento entre clubes, llegando a plantearse la posibilidad de realizar una huelga coincidiendo con la primera jornada del campeonato. La LNFP no puede actuar de esta forma, creando un caos total en un torneo que siguiendo por estos derroteros solo tiene un único final la descomposición de la mejor liga del mundo. Es imprescindible y necesaria para el buen funcionamiento y entendimiento de todas las partes la dimisión de algunos de los principales dirigentes de un órgano que se encuentra totalmente corrompido, debido al poder otorgado al grupo audiovisual con el consentimiento de los dos grandes que son los únicos beneficiados.
Para muchos todo esto parecerá algo nuevo, mientras que otros lo comparamos con la realidad que viven los principales trofeos veraniegos. Los factores que contribuyeron a la decadencia de mucho de los torneos de la época estival se repiten en la situación que vive la liga.
Trofeo como Colombino, Carranza y Teresa Herrera eran citas significativas en el verano futbolístico. Huelva, Cádiz y A Coruña vivían la fiesta del futbol durante un fin de semana donde acudían los principales equipos de España, Europa y Sudamérica que competían con sus conjuntos los cuales se encontraban en categorías inferiores. Los aficionados tenían la posibilidad de ver futbol de alto nivel en ciudades que durante el año adolecían de dicha posibilidad. Siempre me cautivo poder observar los campos llenos y la competitividad que existía en estos torneos que han desaparecido en los amistosos actuales. Centrándonos en nuestro equipo un buen Colombino, Carranza o Ciudad de Sevilla suponía la mejor campaña de abonados, aumentando el número de socios en una cantidad importante y un mal torneo implicaba una pequeña crisis.
A principio de los años noventa, se produce la irrupción de las televisiones en estos torneos. Antena 3, Telecinco y Canal + inician una lucha por los derechos televisivos de los trofeos, comenzando a difundirse por la pequeña pantalla la mayoría de los torneos. Este hecho tiene dos consecuencias una a favor y otra en contra. La positiva es la cantidad de dinero que paga la televisión a los clubes organizadores y la negativa que los espectadores van dejando las gradas vacías.
Las televisiones aportan el dinero pero comienzan sus exigencias. La audiencia es lo importante, siendo fundamental un cartel con equipos de primera línea, apareciendo siempre uno de los dos grandes Madrid y Barcelona que se embolsan la mayoría del presupuesto. Se aumentan los días de competición pasando de dos a tres, colocando los partidos en horarios donde el número de telespectadores sea mayor, retrasando el inicio de los encuentros a horas que perjudican a los aficionados que asisten al campo. Se cambian las fechas en función de su programación, trasladándose incluso a mediado de semana. Estas circunstancias hacen que el público abandone los estadios, pero si la televisión paga el torneo no es deficitario. Este argumento extrapolado a la liga ha sido defendido por nuestro presidente en diferentes foros.
El problema surge cuando la televisión deja de inyectar dinero por varios motivos como pueden ser: la crisis económica que afecta a todas las empresas, los equipos grandes deciden realizar giras por el extranjero que le proporcionan más beneficios y la pérdida de audiencia que disminuye cuando el potencial de los conjuntos que conforman el cartel no son de primer nivel.
Como consecuencia de todo lo expuesto nos encontramos con un trofeo Colombino donde asisten dos mil personas, sin repercusión mediática, con un cartel formado por equipos secundarios y un déficit económico que deberá asumir el club. Igual sucederá en Cádiz donde sea sustituido el Real Madrid por el Rayo Vallecano, el Oporto por el Nacional de Madeira y como colofón el torneo se completa con el Osasuna.
Se puede comprobar que en la liga se repiten las mismas causas que contribuyeron al principio del fin del futbol de verano que tanto nos hizo disfrutar en épocas anteriores. Espero que los clubes y sus dirigentes sean capaces de romper con esta dinámica porque el futuro no parece nada halagüeño. Puede que peque alguna vez de nostálgico pero estos trofeos fueron muy importantes, dando lugar a momentos inolvidables para aquellos aficionados que solo veíamos ganar Colombino, Carranza o Ciudad de Sevilla.
