Finalizó la Vuelta Ciclista a España en el incomparable marco del Paseo de la Castellana de Madrid donde el alemán John Degenkolb completó el repóker de victorias, logrando la quinta victoria parcial en ésta Vuelta ciclista a España, en la que se ha descubierto como e posible futuro dominador de los sprints en un futuro no muy tardío.
Una vez cumplido el trámite de la etapa de hoy, llega el momento de saborear realmente lo que durante tres semanas, todos los participantes a ésta inolvidable Vuelta a España nos han hecho vivir. Yo sinceramente pienso que sí. Y lo pienso porque nuestra orografía no nos permite por desgracia el diseño de grandes etapas de montaña. Nosotros no tenemos Alpes, ni Dolomitas, ni podemos hacer todos los años tres grandes etapas pirenaicas por razones obvias de recorrido. Si queremos espectáculo, tenemos que hacerlo de ésta manera. Etapas cortas y con muchos finales explosivos. La organización de la Vuelta comandada por su director Javier Guillén ha hecho su apuesta clara por éste tipo de ciclismo y creo que les ha salido bien. Hacía muchos años que yo no oía hablar de ciclismo por la calle, y éste año se ha conseguido. Otra cosa es que ha quedado demostrado que para sacar diferencias, para inclinar la balanza de un lado o de otro no hace falta ése tipo de rampas bestiales. El ejemplo lo ha dado Alberto Contador que tras intentar una y mil veces desbancar a Purito en terreno tan duro y complicado, tuvo que recurrir a la moneda al aire, al ciclismo antiguo. Recurrió al ataque de lejos en una etapa muy quebrada pero sin un sólo puerto de primera. Demostrado está que las carreras y los recorridos lo hacen duro los ciclistas y su actitud. Si hablamos de la participación, realmente ha sido extraordinaria. Cierto es que se pueden echar de menos a corredores como Wiggins, Nibali o los hermanos Schleck, pero dudo mucho que el resultado final hubiése variado mucho del que ha sido, pues los tres ciclistas que han subido al podio en Madrid tienen realmente poco que envidiar los que he nombrado antes. La actitud de los ciclistas ha sido encomiable durante toda la vuelta. Casi todas las etapas han llegado con adelanto, medias altísimas y espectáculo del bueno en los finales de etapas. Cuando lo fácil es otra cosa, todos los integrantes del pelotón de la Vuelta se han implicado con la gran ronda española, llevándola a las portadas de la prensa internacional especializada y logrando para Tve cotas de share realmente inesperadas ante del comienzo de la prueba. Y luego los protagonistas. Y los actores principales de todo éste maravillosos espectáculo han sido Valverde, Contador y Joaquín Rodriguez, una terna de superclases, con diferentes estilos pero con un punto en común; el dar espectáculo. Y éso porque por ejemplo Alejandro Valverde venía muy muy dudoso a ésta vuelta. Lleva al máximo nivel desde el Tour Down Under allá por Enero, tras dos años de inactividad por otra infamia, y con muchas dudas sobre su capacidad para aguantar la tercera semana de ésta Vuelta. Pues bien ha sido el más regular de los tres. Ha ganados sus dos etapas y siempre ha estado al nivel de Contador y de Joaquín. Para colmo, hoy le ha arrebatado a Joaquin Rodriguez los maillots de la regularidad y de la combinada. Lo lastró un poco aquella maldita caida camino de Ezcaray. Igual sin ésta caída su actitud hubiése sido otra y el resultado distinto. Pero independientemente de ésta circunstancia, su vuelta ha sido para enmarcarla. Por otro lado Joaquín Rodriguez. Para mí el más fuerte de la Vuelta. Además Purito ya por sí sólo es un espectáculo. Guerrero, luchador y atacador. Imbatible en rampas imposibles. Un sueño para cuaquier aficionado al ciclismo que busque espectáculo a la hora de sentarse en el sofá a ver ciclismo. Ha manejado la carrera con mucha, muchísima inteligencia, pero un fallo, un sólo fallo hizo que un campeonísimo se le tirase al cuello. Quizás ha sido el único y gran fallo de Joaquín, perder la rueda de Alberto Contador aquel día memorable de Fuente Dé. ¿No pudo?. ¿Consideró aquello una locura y un suicido de Alberto y se quedó quieto?. Sigue sin quedarme claro. Lo que si queda claro es que las carreras, casi siempre las gana el más fuerte, pero en ésta ocasión no. De todas maneras no me quedaría espacio para agradecer a Purito el espectáculo tan fantástico que nos ha deparado y que nos seguirá deparando. Y por último Contador. Para mí, el que peor llegaba a ésta Vuelta. Sin preparación, sin competición y recién salido de un túnel negro que le ha llevado directamente a conocer lo que es el infierno. Alberto tenía mucho que perder y muy poco que ganar. Se le ha exigido como el gran campeonísimo que és, y ha respondido con un diez sobre diez. Si hay algún corredor en éste mundo capaz de ganar una prueba de tres semanas en ésas circunstancias, ése es Alberto. Y lo ha conseguido. Hay que ser muy muy valiente para tirar el órdago del día de Fuente Dé. Y Alberto otra cosa no será , pero valiente y buscador nato de espectáculo lo es desde juvenil. Lo mejor de todo es que ha vuelto a sentirse ciclista, que se sabe en la pomada, y que ya sabe que el próximo año, el amarillo del Tour será su gran objetivo de nuevo. Allí tiene muchas cuentas pendientes que saldar, y tiene por delante un invierno, el primer invierno tranquilo desde Agosto de 2011 para poner las cosas en su sitio. Además su participación ha sido un lujo. No sé si volveremos a ver a Alberto en La Vuelta. Por todo ésto, gracias Alberto. Como dato curioso, pienso que éste año en las tres grandes, han ganado los más listos sobre los más fuertes: Hesjedal vs Purito en el Giro, Wiggins vs Froome en el Tour y Contador vs Purito en la Vuelta. Curioso, pero cierto. A partir de ahora, ésto no para llega la ilusión de los Campeonatos del mundo. Tenemos posibilidades tanto en contrareloj como en linea. Ya se barrunta otro formidable espectáculo. Y desde NUMBER 1 SPORT, lo iremos contando. Twitter @martin191919
Existe el debate del recorrido. ¿Demasiado circo?. ¿Es realmente necesario ver a los ciclistas retorcerse en cuestas inhumanas y que realmente no han sido tan decisivas para el resultado final?.
Faltaría más.
