Una cara dura, pero muy dura.

Escrito por Nacho Mateos. Creado en Number1 opina

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Son muchas las ocasiones que todos hemos escuchado la frase: «La mujer del César no solo tiene que ser honesta, sino parecerlo».


Dicha frase es perfectamente aplicable a un político (aquí nos reímos por no llorar), a un juez (seguimos riéndonos) o incluso al que está para mirar por los intereses de todos sus representados como es el caso de Jaume Roures (aquí nos podemos tronchar de reirnos sin ningún problema).

Las últimas manifestaciones del consejero delegado de Mediapro es para que los clubes se levanten y le tiren a la cara las migajas que reciben mientras otros se lo llevan todo, pero… es mejor no pedirle peras al olmo.

Por si aún no sabéis de lo que hablo, estas son las perlas de Jaume Roures:
«El Real Madrid y Barcelona no jugarán de local a las 12.
Ambos clubes están en un estamento superior y no se quiere coger riesgos, ya que sus estadios son enormes y no tienen tradición en este horario».

Hace falta tenerla tan dura como la pata de un paso. Lo dicho, para tirarle a la cara las migajas. Pero claro, para eso hacen falta un par de… esos.

Vamos por parte.
El señor Roures no ha dicho nada que no supiéramos todos, porque no somos tontos, pero hombre, sí que se podía ahorrar el tomarnos encima el pelo, ¿no?


La liga española, esa que dicen que es la mejor liga del mundo, no es una liga justa, pero clama al cielo que nos lo digan en la cara y que encima pretendan que comulguemos con ruedas de molino.

¿Que ambos clubes están en un estamento superior…?
Es decir, ¿que no juegan con las mismas reglas? Ya, entonces… es normal que pensemos sin temor a equivocarnos que los que pitan piensen de igual manera por vuestras «recomendaciones».
¿Que no tienen tradición para jugar a las 12?
Vaya por Dios. ¿Y el Sevilla FC sí lo tiene?, ¿me pueden decir el señor Roures en cuantas ocasiones ha jugado el Athletic Club en San Mamés a las 12 del mediodía…?
Le respondo yo: ninguna.

Me parece de una cara dura impresionante, que encima de no ser nada honestos, pretendan tomarle el pelo al resto del fútbol español.

Pero claro, para parar esto de una vez hace falta tener un par de pelotas y dar un puñetazo encima de la mesa.

Lo dicho, no pidamos peras al olmo.
Porque el resto del fútbol español seguirá mirando para otro lado como si aquí no pasase nada.

Así nos va…